Era una cálida tarde de verano cuando Adrian decidió dar un paseo por el parque. Se sentía inquieto y necesitaba distraerse de sus pensamientos. Mientras caminaba por el sendero, notó a lo lejos a una mujer sentada en un banco, sumergida en la lectura de un libro.
Su belleza era innegable. Tenía el cabello oscuro y sedoso, que caía en cascada sobre sus hombros. Sus ojos, de un azul profundo, resaltaban su mirada serena y profunda. Adrian decidió acercarse y, al hacerlo, notó que era Joyce, la mujer con la que había compartido un breve pero intenso encuentro hacía ya algunos meses
Joyce, levantó la vista del libro y sus ojos se encontraron con los de Adrián. En ese preciso instante, el corazón de ambos sintió una conexión inexplicable. Adrián se acercó al banco y se sentó a su lado, sin decir una palabra. Joyce sonrió tímidamente y le preguntó cómo estaba.—He pensado mucho en ti desde la última vez que nos vimos —confesó Adrián, tratando de esconder la emoción que le invadía el cuerpo.
—Yo también he pensado en ti, Adrián. Aquel día fue mágico, pero ambos sabíamos que no podía ser más que eso.
Adrían asintió, pero no pudo evitar acercarse lentamente a Joyce y tomar su mano. La textura suave de su piel lo hizo estremecer de deseo y, sin pensarlo dos veces, se inclinó hacia ella para besarla apasionadamente.
Los labios de Joyce respondieron a su beso, entregándose al deseo que ambos habían guardado desde aquel encuentro fugaz. El tiempo pareció detenerse mientras sus cuerpos se acercaban aún más, buscando la cercanía y el calor del otro.
El beso se prolongó en el tiempo, llenando sus corazones de un amor que no habían podido olvidar. Joyce rodeó su cuello con sus brazos, mientras Adrian la tomó por la cintura y la atrajo más hacia él.
Cuando finalmente se separaron, sus miradas mostraban el amor y la pasión que sentían el uno por el otro. Joyce lo miró intensamente y susurró:
—Adrían, no podemos seguir evitando esto. Lo que sentimos es real… y no quiero perder la oportunidad de explorarlo.
Adrian asintió, sin apartar los ojos de los suyos.
—Nunca había sentido algo así, Joyce. Estoy dispuesto a entregarme completamente a ti, si tú lo deseas.
Con una sonrisa en los labios, Joyce respondió:
—Te deseo, Adrian. Y estoy dispuesta a entregarme a este amor que nos consume.
Sus manos se entrelazaron y se levantaron del banco. Juntos, caminaron hacia un futuro incierto pero lleno de pasión, deseos y amor. Lo único que sabían en ese momento, era que habían encontrado en el otro lo que tanto habían anhelado.
Y así, en aquel hermoso atardecer de verano, Adrián y Joyce comenzaron un romance apasionado que les enseñaría el verdadero significado del amor y la entrega.
Fin chavales, espero les haiga gustado keloke y si después de mucho tiempo Adrian vuelve a la serie después de un retiro pero ya está de vuelta en la serie y con pareja :0 pero bueno nos vemos en el siguiente cap ;)
Si ay algun error ortográfico me dicen
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Self-Evaluation (𝐑𝐞-𝐓𝐚𝐤𝐞)
FanficLes pido Porfavor, qué quiero que Recuerden que esta historia está hecha con el término de entretener al espectador/lector no se busca ofender ni nada parecido.[¡Advertencia!]-Este fanfic tiene algunas escenas sexuales, malas palabras, estupideces...