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Podría jurar que me estaba encabronando
Era sábado por la noche, el único día en el que podía dormir temprano y levantarme a la hora que se me plazca.
Pero mis planes se vieron interrumpidos por alguien.

— Lukas -sentia cómo alguien me sostenía del brazo intentando despertarme-

abrí mis ojos lentamente y pide observa el rostro de mi hermana mayor, Carlota. Quién lucía un tanto feliz.
Se veía bastante arreglada, llevaba uno de sus lindos vestidos color azul, algo maquillada y su cabello suelto.

— Nojoda carajita del diablo que quieres, -dije y ella me fulminó con la mirada- Ah, digo, ¿que pasa noona?

Ella sonrió avergonzada

— Lamento haberte levantado a esa hora... Apenas son las 2 de la mañana. Pero no podía esperar la hora de contarte algo -exclamó divertida-

— Bueno, ya me has despertado. ¿Qué sucede noona?

Ella tragó en seco.

— Verás... Estás últimas semanas he estado saliendo de fiesta y eso... Y conocí a un chico... -se detuvo-

— Ve al punto no tengo toda la noche. Necesito volver a mi sueño con Hyuka.

Carlota rodó los ojos.

— En fin, estoy saliendo con alguien -sus palabras me dejaron boquiabierto- Su nombre es Ale, y en serio me gusta demasiado, es un tipo encantador, es algo serio pero. ¡Merece la pena! -exclamó- Y eres alguien demasiado especial para mí, así que supuse que debería contartelo... Creo que es mi predestinado. Y vendrá mañana a la hora del almuerzo para que ustedes lo conozcan.

Guardé silencio.

— Ah, ya fino. ¿Terminaste?

Carlota me observó furiosa cruzando sus brazos.

—¡¿ Acaso no te importa?!

— Me importaría, pero mi siesta con el sueño de Hyuka frente a mí es mucho más impresionante en este momento, y si no te molesta. ¿Podrías irte noona?

Ella bufó y salió de mi habitación azotando la puerta en el proceso. Felizmente regresé a mi fiesta.
Sin saber lo que me esperaba...

Al día siguiente; Narra Lukas.

Tomaba mi desayuno en total paz. Aunque ya era de mediodía y mi madre estuviera preparando el almuerzo.

Un fuerte ruido de mi hermana tropezando por las escaleras llamó mi atención. La miré con una ceja en alto.

— ¡LUKAS! Qué bueno que has despertado... Ale llegará en unos minutos y no me he arreglado por quedarme chateando con Bibi y Gigi, ya sabes, mis mejores amigas, por favor en lo que tardo podrías salir a recibirlo?

Asentí con desgano.

— Anda vete nojoda. Cómo jodes, uno ni puede desayunar tranquilo ya.

Carlota dejó un pequeño beso en la mejilla de su hermano en forma de agradecimiento y salió corriendo en dirección al baño de su habitación.

Solté un pedazo suspiro mientras me dirigía a lavar el plato donde estaba comiendo.
Cómo odiaba lavar.

De un momento a otro el timbre de mi casa sonó.
Seguro es ese tal Ale. Fastidiado, a pasos pesados me coloque frente de la puerta y me puse a pensar.

¿Cómo sería el? ¿Feo? ¿Bonito? ¿Es alfa u omega?
¿Que intenciones tendría con Carlota?

Salí de mi trance cuando el timbre fue tocado por segunda vez, ahora sin perder más el tiempo pensando en cosas que claramente no eran Hyuka. Abrí la puerta.

Podría jurar que la mandíbula se me cayó al suelo.
No, el no podía ser el novio de mi hermana.

Era el dueño de la tienda de álbumes y discos musicales. ¡Esquizo racha!
Y justamente tenía que ser el chico el cuál yo tenía un pequeño crush sobre el, el chico con el cuál había fantaseado mis más oscuros deseos carnales día y noche, el chico al cual espiaba. Al chico por el cuál iba a la tienda todos los días solo y únicamente para verlo. Ahora me sentía como la mierda.

— Niño. ¿Me dejarás pasar o no?

Sentí mis mejillas calentarse por la vergüenza y bajé mi mirada al suelo dejándolo pasar. Seguido de eso me encaminé junto a él a pasos rápidos al comedor donde se encontraban mis padres cocinando...

No tenía idea cuando estabamos los 5 en la mesa. Mis padres y yo enfrente de Ale mientras Carlota estaba a su lado sonriente.

¿Qué hacían mis padres? Fácil.
La típica ronda de preguntas para saber si es "bueno" para su hija.

— Cuéntame sobre tí Ale. ¿Por qué has venido a vivir aquí en Maracaibo? -preguntó mi madre-

— He venido a cuidar y pagar los tratamientos de mi abuela, es uno de mis únicos familiares y es muy importante para mí. He venido a cuidarla.

Listo, corazón de la señora González. Ganado.

— ¿Tienes algún trabajo o sigues estudiando?-preguntó ahora mi padre-

— No he comenzado la universidad, no he tenido el dinero suficiente para pagarla. Pero actualmente tengo una pequeña tienda de música a unas pocas cuadras de aquí. Estoy recolectando dinero para comprarle una casa a mis padres y a mi abuela y darles una mejor calidad de vida.

Corazón de mi padre. Ganado.
¿Este chico era perfecto acaso?

— ¡Oh sí Ale! Olvidé contarles a todos que por si no sabían la tienda de música de la cual siempre habla mi pequeño Lukas, es la tienda de mi querido Ale.

Sentí como Ale posaba su mirada en mi y me observó de una manera que no logré descifrar.

— Vaya, no lo sabía. Si antes me hubiera dado cuenta que eras el hermano de Carlota. Te hubiese hablado. -su voz  me hizo estremecer un poco y encogerme en mi lugar-

Solo dí una sonrisa nerviosa.

El almuerzo transcurrió con normalidad total con algunos sonrojos de mi parte por el monumento que tenía frente a mi.

Y durante el almuerzo Ale nos hizo saber que el era un omega. Mi hermana también era una, sin embargo no había nada de malo las relaciones entre solo y únicamente omegas. Por lo que nadie dijo mi opinó nada. En especial mis padres, quienes estaban encantados con la presencia del chico.

♡⁠˖ — holaa, si alguien de mis otros fics cómo The Summer Girl o La Mazmorra está leyendo esto por favor ignoren este fic. Es algo que estoy haciendo como broma a un amigo; muchas gracias igualmente por leer ♡

(te estoy observando lukas.)

¿daddy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora