🍄┆Capítulo 10

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Jimin se despierta con los ronroneos demasiados familiares. El cuerpecito de Mochi vibrando contra el castaño. Es un bebé peludo tan bueno. Jimin se agacha para acariciarlo, sus ojos se abren de par en par cuando siente que una mano ya lo está haciendo.

Jungkook.

Los ojos de Jimin se encuentran con su mirada y su corazón se acelera. Lame sus labios, sin saber muy bien cómo va todo esto del día después. ¿Cuenta lo que pasó? No llegaron hasta el final, pero le hizo llegar al orgasmo con sus manos. Su rostro comienza a calentarse al recordar lo que pasó con Jungkook.

-Buenos días, precioso -se acerca a Jimin y quita un mechón del cabello de este que obstruye su vista.

Debe ser así como se siente Mochi cuando Jimin le presta atención y se encuentra queriendo apoyarse en el toque de Jungkook.

-Hola -es todo lo que puede decir. Sus pensamientos están demasiados dispersos para formar una oración completa en ese momento.

Mochi se ha sentido como en casa, habiéndose encajado entre Jungkook y él. A Jungkook no parece que le importe en absoluto. Está acariciando a su malcriado peludo y Mochi se lo permite, Jimin está seguro que su gato no es el único enamorado.

-Te desmayaste.

-Oh, Dios -Jimin se cubre la cabeza con la manta, escondiéndose. Escucha a Jungkook soltar una risa profunda que es demasiado sexy antes de quitarle la manta a Jimin de la cabeza.

-Eres bueno para mi ego.

-Cállate -golpea el pecho del rizado.

Jungkook se ríe, agarra su mano y lo pone encima de él. Jimin deja escapar un pequeño grito. Mochi hace su salida, dando una mirada de desaprobación antes de saltar de la cama.

-Quiero mi beso matutino.

Jimin se pregunta cómo fue que Jungkook pasó del tipo mortalmente silencioso que actuaba como si no le agradara a un chico dulce y encantador en tan poco tiempo. Al castaño le encanta que Jungkook se sienta lo suficientemente cómodo para compartir este lado de sí mismo con él.

-Aliento matutino.

-No me importa una mierda -su mano agarra el cabello de Jimin y lo tira hacia abajo para un beso.

El castaño gime en su boca, devolviéndole el beso. Durante tanto tiempo pensó que los besos estaban sobrevalorados y se equivocó. Jungkook lo libera después de un momento.

-Si no me detengo, nunca saldremos de esta cama.

-No estoy seguro de ver un problema con eso.

Deja escapar un jadeo pero Jungkook hace que ambos se den la vuelta para que esta vez el rizado quede sobre el ojiazul, y lo vuelve a besar, haciéndole perderse en él.

Sin embargo, Jungkook se encuentra levantándose de la cama.

-Necesito alimentarte -se pasa la mano por el pelo. Ese acto lo hace parecer más joven, los ojos de Jimin recorren su cuerpo, captando cada línea de su pecho.

-Jimin -el aludido levanta los ojos justo antes de que empiecen a bajar. -Te traeré unos pantalones.

Camina hacia un armario y vuelve un momento después con un par de bóxers. Jimin se los quita y se los coloca debajo de la camisa que le dio Jungkook anoche. Tiene que enrollarlos un par de veces para que no se muevan. Se siente más hermoso frente a él con esa ropa de la que nunca se sintió con cualquiera de sus trajes de escenario.

-Nos vemos en la planta baja -dice, luego le da una última mirada antes de salir de la habitación.

Jimin podría irse a dormir a un país y despertarse en otro; está acostumbrado a que su vida cambie con el lanzamiento de una moneda. Vivir de esa manera lo convirtió en lo normal para su vida. Esto, sin embargo, con Jungkook, nunca en un millón de años podría haberlo visto venir.

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