New Love

Esa Mirada Coqueta

¿Algúna vez has tenido un sueño con alguien que no conoces pero que por alguna razón tienes la idea de que es realmente alguien a quien vas a conocer? Suena a un cuento de videntes o una trama de película, pero es real.

Una vez tuve un sueño en el que no había más que mi presencia y una cortina de humo negro enfrente mío. Depronto, ese humo negro se convirtió en gris, y un rostro bellísimo salió de entre las sombras.

Su rostro era redondeado, bonito, mejillas suaves y voluminosas, con cabello castaño ondulado y ojos café oscuro. No la reconozco.

Eso es todo el sueño. No hubo más que pudiera recordar de esa preciosa criatura y no hubo más que me diera el sueño para poderla recordar. Y como no puedo dibujar tan bien, decidí describirla a detalle. Tampoco es como que tenga mucho recuerdo de ella. Solo la forma de su cara y el color de sus ojos y cabello pero eso fué suficiente porque hace un rato que la encontré.

Fué un día especial. La noté por su bonito rostro a medias. A medias porque llevaba cubrebocas en el rostro. Mala suerte. Sin embargo, es evidente que su belleza sobrepasa la de todos a su alrededor. No necesita quitarse el cubrebocas para ello.

No sabía que era ella hasta que ya me había conquistado el corazón. Y qué manera de conquistarlo. Con su belleza inata y su forma de ser cariñosa y linda como una princesa. No tuve más opción que caer en sus encantos de niña buena.

Hoy escribo esto para no olvidar lo que sentí la primera vez que la abracé con cariño. Si bien no recuerdo exactamente dódne fué, sé que estábamos solos. Y que en mí se encendía una llamada que yo daba por extinta hace mucho tiempo.

Su olor a primavera es como un rayo de luz que atraviesa mi alma con la sutilez de un conejillo que cruza la pradera para encontrar donde dormir. Su forma de reir y abrazarme tan delicadamente me hace sentir derretirme entre sus manos y apenas puedo mantenerme en pié. Quiero tomarle de la mano y no decir ni una sola palabra. Quiero que nuestros labios lo digan todo y nuestra mirada lo confirme para así en silencio poder contar las horas como se desvanecen cuando estamos juntos.

Derrepente, nos interrumpe una llamda de atención. Debemos retirarnos. Pero no sin antes decirle que le vaya bien, que tenga buena noche, y que nos vemos pronto (Ojalá).

Así me sentí. Y el día de hoy, así me siento todos los días que la veo. Cada que tengo la oportunidad de tocar su piel tan suave y sus mejillas rosadas tan bellas y suaves como la seda recién tejida de una buena costurera. Cada que tengo la oportunidad de ver su carita a la luz de cualquier fuente y le puedo, con detalle, tomar una foto mental y guardarla de recuerdo eterno en mi memoria.

Siento todos los días que la quiero y que la tengo que cuidar, que cada día que pasa es un día menos que tengo que esperar para estar con ella todos los días, que cada paso que doy es un paso más cerca que estoy de no tener que extrañarla nunca más. Y todoe so me encanta de pensar. Todo eso que anhelé algúna vez y que me había sido negado por no haber elegido correctamente mi flor de capomo, hoy se me ha otorgado. Y lo único que debo hacer es tratarle como debe de ser.

Tengo que tratarle con respeto, con cariño, como una princesa. Porque ella lo merece todo y todo eso le quiero dar. Y puede que todo sea demasiado pero es que ella se lo merece tan claramente que no veo cómo es que alguien pudiera ganárse su amor sin haberle dado eso y más.

Mi día a día es increíble. Cada que le puedo escuchar y mis oidos se estremecen con su maravillosa voz delicada y dulce como una manzana bien madura. Me intensifica los sentidos pensar en pasar el tiempo con ella a solas. Es ella entonces a quien estuve esperando toda mi vida. Es entonces a ella a quien yo voy a querer con toda la inmensidad de amores que algúna vez han sido amados por cualquier hombre en el mundo. No se merece menos.

Hoy te prometo mi amor, que no te dejaré nunca de amar. La vida me ha enseñado que hay amores que llegan y se van pero tú no eres un amor de niños. Tú no eres el amor de una vida pequeña. Tú no eres un amor de verano.

Tú eres el amor de la vida de un hombre. Eres a quien los Dioses deberían aclamar en el cielo y por tu gracia rogar que les dirijas la palabra. Por tu belleza y por tu bondad eres tú la que me concede la dicha de estar a tu lado cada día de mi pobre y delicada existencia.

Te amo, amor, y te amaré como nunca he amado. Te amaré como algúna vez amé de niño y ese amor lo multiplicaré por millones y millones de veces cada vez que me mires y me digas que me quieres.

Mi amor... Por favor, no sientas miedo ni culpa por ser quien eres. Tu maravilloso ser de fuego delicado y fino es lo que me hace pensar en tí todos los días. Tú forma de ser de princesa cantora y tu alma tan bondadosa me hace despertar todos los días pensando: "¿Estaré siendo alguien a quien ella merezca amar? ¿Seré yo suficiente para semejante bellesa? ¿Estaré siedo el amor que ella merece?" y cada que duermo me quedo con la duda. Porque no es posible que alguien como tú tenga a alguien como yo de compañero. Y gracias a eso soy agradecido con la vida por haberme puesto en tu camino y le digo a Dios que no te voy a defraudar mi amor.

Te amo, te quiero, te extraño cada día. quiero que sepas que de todas las veces que he sentido amor aunque sea el más pequeño, tú eres el más grande, el mejor y más bello de todos los que alguna vez un hombre podría haber soñado con poseer en sus manos.

No me arrepiento de nada. porque cada vez que quisiera cambiar algo de mi vida pasada estaría diciéndole al destino que me aleje de tí y que no me ponga en tu camino. Le diría entonces que me haga pasar por lo mismo una y mil veces de ser necesario porque tú vales la pena. Cada segundo de condena vales tú toda la pena.

Espero sientas lo mismo que yo... Espero sientas lo bonito que es estar a tu lado cada que es posible. Espero sientas que es tan precioso y bello estar junto a tí y pensar en que en algún momento no voy a tener que decirte que me tengo que ir y en lugar de eso tendré que decirte que *NOS* tenemos que ir...

Ansío ese día mi amor. Me marea pensar en que algúna vez pensé que no te encontraría jamás. Es tan absurdamente impresionante que seas tan perfecta.