Diario de un alma oscura.

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es donde nací, como fue todo ese rollo de mi infancia, que hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas pero no tengo ganas de contarles nada de eso, ¿Saben por qué? Porque sinceramente tuve una vida miserable, asquerosa y hasta se podría decir odiosa, nadie quiere escuchar una historia así y menos yo recordarla así que...Les propongo algo, en vez de escuchar la historia de la jovencita que creció en una familia desestructurada donde la violencia era la base de todo hablemos de algo más interesante y con mas acción. A todos nos gustan las historias interesantes y que tiene algo que te engancha al instante, espero que mi historia cause ese efecto en ustedes, ¿Y sabéis que? Dejare de trataros de usted no tengo ganas de ser educada con vosotros asi que quien se sienta ofendido que deje de leer aunque eso sí, se perderá la mejor parte.

Pero si que os diré algo que es donde me hallo ahora mismo, desde donde estoy escribiendo estas palabras simplemente para desahogarme, para comenzar a no perder el juicio dentro de estas cuatro paredes frías y sin vida, porque damas y caballeros estoy en la cárcel. ¿Qué como llegue aquí? ¿Por qué me arrestaron? Siempre pensé en como seria la sensación de acabar con una persona, no lo sé, ideas que me rondaban la cabeza, ya había acabado con animales y me había sentido bien, me había sentido poderosa, me había sentido como una emperatriz romana que decidía si Vivian o morían mis pequeñas victimas. Aunque eso era un secreto, mi pequeño y sangriento secreto. Las cosas se agravaron con el paso del tiempo y sobre todo cuando me toco soportar al idiota de turno en el instituto, yo no sé qué bicho le picaría pero siempre era yo la victima de sus bromas y de sus humillaciones. Pero eso no se quedaría así, planificaría mi venganza y a la vez cumpliría mi mayor fantasía: Matar a una persona.

Creo que era el penúltimo día de clase cuando pasaron los hechos y como buena persona con tendencias asesinas me prepare el asesinato, tampoco iba a ir con unas tijeras y comenzar a clavárselas, no era una película de Hollywood era la vida real y en la vida real las cosas son más difíciles.

Después de tener la clase de lengua con el profesor Evans. Observe como entraba a los urinarios el chaval que siempre me hacia la puñeta, sonreí de lado y cogí la mochila llevándomela conmigo, dentro de ella había una navaja, una navaja oxidada que había encontrado en el garaje de mi casa, seria perfecta para matar, perfecta para demostrarle que a mí nadie me pisotea porque quien lo hace lo pagara caro. Lo pagara con su vida.

Abrí la puerta donde estaba subiéndose los pantalones –Tu, gilipollas.- fueron las únicas palabras que pronuncie cuando me abalance a él y comencé a apuñalarle llenándome no solo mas manos de sangre también tenía todo mi cuerpo, mi pelo, mi rostro, mis labios...

Estaba disfrutando con los chillidos que estaban emanando de la boca de mi víctima, quería que no se acabasen aunque hubo un momento en el que se acabaron y mi diversión como mi dominación acabo en ese instante.

¿Macabro, eh? No fue tan divertido cuando me sorprendieron y me llevaron a la cárcel juzgándome como si fuese una persona adulta, no se esta tan mal aquí pero ¿Sabéis lo que más anhelo en este lugar? No es la libertad, no es la buena comida es volver a tener esa sangre caliente deslizándose por mi piel, es volver a sentirme poderosa, es volver a escuchar esa bella sinfonía en mis oídos. Y la verdad es que fue horrible pero ¿Sabéis una cosa? Me hizo sentir bien.