★彡[ʟɪᴛᴛʟᴇ ʙᴏʏ]彡★⊱⸺ chanin

𝖈𝖎𝖓𝖈𝖔

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No supo en que momento pero ahora Chan había corrido su asiento un poco para atrás, Jeongin se encontraba de rodillas en su asiento.

Chan besaba con pasión al menor mientras amasaba su trasero con dedicación.

Tantas veces que lo habían soñado, tantas veces que lo habían querido y deseado y por fin estaban gozándolo.

Chan tomó de los cabellos a Yang y lo separó de su boca.

— Basta, pequeño. Mejor muéstrame que no solo tienes esa boca hermosa de adorno. Enséñame que puedes hacer.

Y eso fue señal para que Jeongin sonriera y fuera bajando los besos por el cuello del mayor, llegando hasta el cintó de este y con un poco de desesperación lo quitó. Chan se levantó un poco para que este pudiera bajarlo hasta la mitad de sus piernas y lo suficiente para que el menor pudiera hacer bien su trabajo.

En cuanto aquel miembro salió a la luz, la boca de Jeongin pareció salivar, se veía tan apetitoso y delicioso. Un poco de líquido preseminal salía a la luz y las deliciosas venas se marcaban tan ricamente.

Jeongin deseo delinear con su lengua cada una de ellas.

— Vamos mi pequeño niño. Enséñale a papi lo bien que has entrenado tu boca.

Y Jeongin sonrió.

Con rapidez tomó aquel miembro entre su mano y empezó un vaivén lento pero rico. Tocando los puntos exactos para que su papi pudiera cerrar los ojos debido al placer que sentía.

Jeongin saco la lengua con sensualidad y empezó a lamber la punta del pene de su amante.

La lengua de Jeongin se sentí de maravilla y Chan juro que aquella escena quedaría para siempre en su mente. Tantos sueños mojados que había tenido con el menor y por fin estos se volvían realidad.

— Mmmh... — Chan trataba de controlar sus gemidos mordiendo sus labios.

Por suerte, Chan había aparcado el auto en un lugar donde no pasaba mucha gente y también sus vidrios eran polarizados.

— ¿Te gusta como te la mamo, papi? — Jeongin susurro lambiendo el largo del pene mientras lo miraba a los ojos.

Chan le sostuvo la miraba y juro que aquella deliciosas aventura la iba a conservar por algún tiempo. Sin importar que o quien.

— Claro que si, mi pequeña puta — y Chan lo tomó de los cabellos rosados, haciendo que Jeongin se tragara su pene.

Bombeaba con lujuria y erotismo aquella boca pomposa que el menor se cargada. Jeongin resistía cada embestida y sentía cómo estás tocaban fondo hasta su garganta. Lagrimas debido a las embestidas un poco bruscas empezaron a salir y Jeongin claro que lo disfruto.

La mano del menor fue a parar hasta su miembro, el cual acarició por encima de su pantalón.

— Oh, carajo... mmh~...— Chan balbuceaba cosas incoherentes. Se sentía tan jodidamente bien.

Jeongin tomaba todo lo que podía y con su mano libre masajeaba la parte restante del pene del mayor.

— Si tan solo vieras esta bella vista que estoy teniendo en estos momentos, innie... mmmh~ Chan le murmuró — Mi bebé tomándose su lechita... por fin.

Y Jeongin estaba a punto de sonreír cuando empezó a sonar su teléfono en los asientos traseros del carro de Chan. Jeongin quiso enderezarse pero Chan lo tomó de la cabeza, haciendo que siguiera con su trabajo.

— Oh no no... Innie, sigue tu trabajo. Papi atenderá — Chan le sonrió y Jeongin gruño con molestia y excitación al mismo tiempo.

Chan como pudo, se estiró para tomar el aparato que no paraba de sonar y en cuanto vio el nombre en la pantalla, sonrió con malicia.

— Hola, Felix — Chan dijo y miro como Jeongin se ponía alerta y trataba de nuevo alejarse. Recibiendo por respuesta una embestida profunda de Chan.

Chan le hizo una seña de silencio mientras sonreía.

— ¿Chan? ¿Está Jeongin por ahí? — dijo Felix al otro de la línea.

Y a Jeongin a pesar de que quisiera separarse, también le excitaba lo que Chan estaba haciendo. Quería marcar territorio. Y a Jeongin le gustaba eso.

— ¿Innie? Mmm... — Chan murmuró haciéndose el pensativo mientras embestía con maestría la boca del pelirosa. Jeongin saco de su boca el miembro del mayor y con su lengua delineó el grosor de este — Innie está haciendo un trabajo muy importante.

— Oh ¿en verdad? Bueno, cuando se desocupe dile que me llame por favor — Felix parecía inquieto y no era sorpresa, Felix había notado algo raro.

— Claro... Cuando Innie termine de comer yo le digo — y con eso Chan colgó el celular.

Jeongin se separo y se limpió las comisuras de sus labios.

— Como pudist... — y las palabras de Jeongin quedaron al aire al ser tomado de la nuca y besado rudamente.

— No me importa lo que digas... Ahora mi pequeño montara a papi como se debe.

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