capítulo 1

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Capítulo 1

Todo comenzo en una noche cualquiera, ¿sabes?, yo como cualquier persona anormal en mi dormitorio en mi celular viendo memes y comiendo una que otra botanita, faltaban semanas para el regreso a clases, y yo apenas entraba al liceo, si tengo aproximadamente 13 años.

Volviendo al presente estaba en mi habitacion cuando mi celulas -a quien yo apodaba vida- sono anunciando una notificación, vale que raro. Era una notificación de Facebook.

Abrí mi perfil con curiosidad, mi face solia estar más desolado que los pasillos de mi instituto un viernes, era una solicitud de amistad... ¿que verga?.

Era un chico de mi clase, bueno esto se ponia cada vez más raro. Le acepté la solicitud por curiosidad-grave error- empezamos a hablar y hacernos mas cercanos la ultima semana de vacaciones.

Mike era un niño muy agradable a veces hasta tierno, veía mucho anime le dije que yo tambien pero no mucho, me la pasaba más tiempo leyendo o jugando videojuegos, si, yo no era una chica especial en nada, solo una chica rara en comparacion con las niñas de mi clase.

Ellas iban maquilladas, con uñas hechas y pestañas puestas, yo ni peinada iba, sin embargo, eso a Mike no ñe importó, me hice su mejor amiga y me pensentó a sus otros amigos.

Era una chica morena alta que tenia por nombre Jina, un chico un poco más bajo que ella, moreno y con lentes  llamado Lucas, después estaba un chico de igual tamaño que Lucas pero con la piel más clara llamado Aleix.

La estaba pasando bien con esos chicos, teniendo en cuenta que mi voda social murio ese mismo año porque mi mejor amigo George se mudó a otro continente, me vi muy mal, las noches lloraba, no salia de casa y no interactuaba ni con un palo de escoba, eso cambio cuando Mike me escribio.

Al principio yo era recelosa, le preguntaba que porque me escribia o que queria y cosas asi me fui soltando y nos hicimos mejores amigos. Teniamos toda una vida conociendonos pero no de trato sino que estudiamos juntos desde los 3 añitos.

Yo era por meses mayor que él pero el me ganaba en tamaño, era dos cabezas más añto que yo, por allí viene mi queridísimo apodo por su parte "pequeña" a veces "baby" a veces "niña libro" , yo por mi parte lo insultaba porque no me gustaban esos apodos, pero llegué a acostumbrarme a los apodos del chico.

Pasamos asi varios dias hasta que llegó el descanso de navidad, el iba de vacaciones a otra ciudad y yo me quedaria en mi cuarto como simpre.

Estabamos mensajendonos como cualquier noche. Pero me decia lo mucho que me extrañaba y que no podia seguir un dia más sin verme, estaba hablando con él sobre unos de mis libros, que era de Ciencia Ficción, muy raro y lindo a la vez.

Yo estaba en el comedor y estaba completamente sola ya que mi madre habia salido a llevar a mis primos a la casa de mi tía y quede con mis perritos Keleb y Thor, eran mi lucesita en mis dias oscuros, mis niños, pero habían dias en los que ellos me cuidaban en vez de yo a ellos.

Como les contaba, yo estaba en el comedor y escuché un silvido, me parecio raro porque yo estaba sola, sim embargo, no me moví, permanecí hablando con mi pelinegro favorito, en ese mometo empezó el verdadero terror, mi cuerpo empezó a sentirse pesado y algo tenso, mi corazón se escuchaba en mis oidos y mi respiración estaba irregular.

La puerta de una de las habitaciones se abrió de golpe me di vuelta para darme cuenta de que no habia absolutamente nadie en ese cuarto, me aterré y corrí hacia mi dormitorio, me encerré bajo llave iba a llamar a mi madre y me respondio al tercer repique:

—¿Pequeña?.-la voz de Mike sonó en mis oidos, mierda esto esta mal—¿que pasa?.

No podia respirar me aterré y senti un cosquilleo en mis bazos y piernas, empecé a sollozar y me aterré aún más porque empecé la temblar y a sentir a alguien en mi cuarto, escuché voces, susurros, insultos y demás.

—Ayudame.—fue lo que pude formular.

—¿Que pasa que tienes?.—al no optener respuesta alguna habló—¿baby?— llamó—
Mira no se lo que esta pasando pero tienes que calmarte y decirme.

—Estoy temblando, no puedo respirar, estoy sola y siento que alguien esta aquí en mi habitación.

—Mierda —maldijo entre dientes— baby, escucha, tines que calmarte, consentrate en respirar y no en la presencia de tu cuarto, ¿entiendes?.

No pude, sentí que algo me toco el hombro y grité:

—¡NO!. ¡Dejame! ¡No te me acerques!.—sin querer corté la llamada.

Después todo fue una densa,  fría y aterradora oscuridad.

Tu Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora