capítulo 2

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Capítulo 2

Lloré, lloré hasta que me quedé sin lagrimas, hasta que no pude más.

Mi celular estaba sonando y no pude contestar, eran alrededor de las 11:30 pm.

Mi madre no habia llegado y seguia sola, las notificaciones seguian llegando u mi celular vibrando, posiblemente era el pelinegro que tenia por mejor amigo.

Tomé mi tlf y me dediqué a responder, y si era él:

Mike

¿Que diablos fue eso?.

Yo

No lo se.

Mike

Ok no se que verga fue lo que paso pero... ¿Estas bien?.

Yo

Si, solo... Quiero dormir, hablamos mañana.

Mike

Esta bien hasta mañana,cuidate, te quiero.

Bueno asi pase mi noche, al siguente día lo veria en mi clase de catequesis, agradeci  que no mencionara nada del tema. Pero eso no se podia quedar en la oscuridad por mucho.

Una semana para año nuevo que emoción mi cumpleaños estaba a la vuelta de la esquina, si yo cumplia en enero, el 20 para ser exactos. Yo no queria pasar mi cumpleaños sola asi que un día de clases invite a Mike, Lucas  a Jina y a Alonso un amigo de catequesis.

Los invite porque no queria pasar esa tarde con mi prima Bianca, no la soportaba lo juro.

Lucas me llamó y dijo que no podia venir ya que tenia un concierto -si, era cantante-
sinceramente me dolio, pero nunca lo admitiria en voz alta -el orgullo era mi segundo nombre- asi que Alonso Jina y Mike llegaron a las 4:30 pm, yo estaba en mi cuarto llorando porque mi padre me habia dicho que no le dieron el permiso para salir del trabajo, mi tía tocó mi puerta y le grite que no quería ver a nadie, mi tía grito que los muchachos ya habían llegado salí de mi cama directo al baño para lavarme la cara, salí.

Yo no era una persona que le gustaba el contacto físico, de hecho, lo odio, pero en ese momento era lo que más necesitaba.

Abracé a Mike que se quedo pasmado pero de igual forma me devolvio el abrazo, me separe y abrace a Alonso ellos dos me habían traido regalos, Dios, yo nunca en mi vida habia recibido regalos de mis amigos, nunca.

Me dieron más ganas de llorar, nos sentamos en el patio y hablamos comimos reimos y se hizo de noche y fue hasta que mi hermana llegó y les presente a mi mejor amigo y a los chicos, mi hermana como siempre encantadora. Que asco, ¿no se cansaba?, no se ustedes pero yo odio a los humanos y el contacto físico, lo odio no lo tolero.

—May— le llamé a mi hermana.

—Dios, Daia, estas preciosa. —dijo refiriendose al oufit que tenia, mis jeans más holgado y un top, quedaba mis hombros al descubierto y un poco del abdomen.

—Callate. Se que lo soy, soy una jodida Diosa.

—Me puedes ayudar a repartir las sodas porfa.

—Claro— asentí. Voltee ligeramente para ver que hacian mis amigos, y vi como mi prima y mi mejor amigo se abrazaban y bailaban. La verdad, esl no me lo esperaba, aunque de Bianca se puede esperar de todo.

No me habia dado cuenta de que me quedé viendolos embobada hasta que May me chasqueó los dedos en la cara.

—¿Me escuchas?.

—Ah... No disculpa ¿que decias?.

—Que esta noche me quedaré contigo, necesito hablarte de algo.

—Esta bien.

—Mamá te llama.

—¡VOY!.

—Daia, ¿le diste pizza a los niños?.

—Mamá, por Dios ellos pueden solos, ¿que quieres? ¿Que les ayude a masticar tambien?

—Bueno yo solo digo—mi madre sale de la cocina y me guiña un ojo.

—Daia, llegó Sthefani.

Sthefani, mi prima y mejor amoga de años, ella es mucho mayor que yo pero siempre eatamos en el mismo nivel.

—¡¿Como esta la Diosa más bella de la casa?!.

—¡Dios, como te extrañééé!. —le abracé.

—¿Te ayudo con eso? —dijo señalando las sodas.

—Si.

Salimos al patio y mi mirada cayó en las ondas castañas de Bianca en un rincon oscuro con el pelinegro. Sthefani se dio cuenta de lo que pasaba e intervino.

—¡HEY! ¡AQUÍ LA CUMPLEAÑERA Y POR LO TANTO EL CENTRO DE ATENCIÓN ES DAIA!.

Sthefani y Bianca no van en la misma junta, ellas se aborrecen, o... Bueno Bianca odia a Sthefani ya que le tengo muchísima más confianza a Sthefani.

—¡YA SE SABE STHEFANI NO TIENES PORQUE REPETIRLO!.

—Lo repito porque al parecer no le queda claro a alguien que no puede acaparar a sus amigos.

—No estoy acaparando nada ella estaba sola porque ellos quisieron venirse conmigo yo no tengo culpa.

No iba a estar presente en esa pelea no ahora, corrí y fuí hasta mi dormitorio Sthefani me iba a seguir pero Alonso le llamó no escuché que le dijo a lo que ella respondió que todo estaba bien.

Sthefani

El chico... ¿Alonso?, me llamó porque se dio cuenta de la huida casi exitosa de Daia, uf de mi ella no se salvaría,  me preguntó que que le ocurria a lo que respondí que todo estaria bien.

Cuando toqué la puerta del dormitorio de Daia, abrió, y una imagen de ella con los ojos hinchados y rojos  hizo acto de precencia en el lugar.





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