Junto A Ti

Capítulo 1

Cuando tenía 10 años me vine a vivir a Hermosillo junto con mi padre dejando atrás a mis amigos y familia.

Mi padre también dejó atrás valiosas amistades, sobre todo a su mejor amigo desde la infancia aunque seguían manteniendo contacto por Internet.

Después de 8 años sin verlo, mi padre invitó a su mejor amigo días antes de a la graduación y junto a él su hijo Thomas.

Empezaron a llegar mis tios y primos y yo no quería salir de mi cuarto porque, siendo sincero, la mayoría me caían mal.

-Qué flojera salir a saludar a gente que me cae mal.

-Dylan sal a saludar a tus parientes- dijo gritando mi padre ya que yo estaba en mi cuarto leyendo y con música a todo volumen.

-Papá, ¿quiénes están afuera?- Fue lo que respondí para ver si vino alguno de mis amigos del trabajo.

- Solo tus tios y primos que vinieron a felicitarte.

Con flojera y soltando un pequeño gruñido salí a saludar.

Ya estando afuera en el patio vi que una camioneta gris se acababa de estacionar enfrente de la casa.

Con cara de confundido me quedé parado esperando a ver quien era, debido a que ningún conocido tenía una camioneta así.

Veo a un apuesto chico de no más de unos 23 años de edad que se estaba bajando del lado del piloto portando un porte vaquero muy elegante, como copiloto estaba el mejor amigo de mi papá yo salí a abrazarlo porque yo lo quería como a un padre más.

Admito que casi nunca suelo abrazar a la gente debido a que no me gusta el contacto físico, pero volverlo a ver fue lo que me alegro el día.

-Hola, tío Jack, ¿cómo ha estado?

El me respondió con su clásica sonrisa alegre:
-¿Cómo que tío?, ¿ahora ya no soy papá jack?

Su respuesta me dejó pensando.

Es verdad, yo antes lo llamaba papá jack, pero ¿por qué ahora lo llamé tío jack?
La duda me comió un poco la cabeza pero sólo respondí lo primero que se me vino a la mente.

-Hace mucho que no nos veíamos así que supongo...que el tiempo me hizo olvidar tu apodo.

-No hay problema- respondió el.

-Papá Jack , ¿quién es el?

Señalando a el joven que tenía a un lado de el.

-Es mi hijo- fue lo único que dijo.

-Esta bien, pase, ya es tiempo de que salude a su viejo amigo.

Mire para atrás observando que Thomas estaba serio con una cara de que no quería estar ahí.

-Adelántese usted - le dije al mejor amigo de mi padre.

Caminé para atrás para hablar con Thomas amablemente.

Lo salude de la manera más cordial que me salio y a cambio recibí una mirada de reojo que me analizó. Sus ojos señalaba que me estaba barriendo con la mirada.