capítulo 2

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No me avisaron con tiempo de que compartiría mi cama, la verdad no tenía problema con eso pero... ¿Por que mi padre no me quiso decir?

Digo, tener un papucho en mi cama no es malo, pero ¿y mi privacidad?

Bien, gracias, ignorada en todo su esplendor

Mis mañanas son tranquilas, serenas y pacíficas, pero dormir con alguien que mide 1.80 y con un enorme trasero, es como dormir con hipopótamo al lado.

¿Castigo o Premio?

Esta mañana fue todo menos tranquila, cuando oí a cierto invitado tratar de despertarme.

-Ey, ya son las 7:00 am, vas a llegar tarde al trabajo y te van a correr- escuché a Thomas de nuevo mientras me sacudía el brazo.

-Mierda, ¿¡que horás son!? - me levanté de golpe, asustado.

-Las 7:00 de la mañana, ya te lo he dicho ¿estás sordo o qué? Báñate y alístate rápido para que te vayas a trabajar, haré el desayuno.

Este idiota...

El imbécil me despertó a las 7:00 de la mañana pensando que llegaría tarde, la intención es buena, pero yo los viernes entro a trabajar a las 10:00 de la mañana.

-Maldito inútil, ¡dejame dormir!

-No, vas a llegar tarde y no voy a permitir que entres tarde -dijo decidido. ¿Qué le importa?

Di un suspiro frustrado y volteé hacia él.

-Yo entro a trabajar a las 10:00 de la mañana y solo los viernes para ir y pagarle a los trabajadores

Su cara se tornó de color rojo y se volteó lleno de vergüenza.

-Okey, igual ya despiértate para desayunar- respondió tratando de ser indiferente.

-Yo no desayuno

-¿Ayunas?

-No, normalmente solo como y muy rara vez ceno

-¿En serio?

-Síp.

-Pues te levantas, te sientas en la mesa y desayunas, tú solo dime qué quieres desayunar y yo te lo hago.

-Que no, no quiero desayunar y ya. Déjame dormir.

-Levántate o te muerdo - me amenazó.

¿En serio se va a poner a amenazarme con morderme? Que infantil es.

Sin embargo me acosté dándole la espalda o eso intenté hasta que sentí su cuerpo contra mí y mi brazo siendo mordido por él.

-¡AUCHH! - no aguanté el gemido de dolor- ¡¡¡me dolió!!!

-Levántate o te sigo mordiendo - se separó de mí.

-Esta bien, ya me levanté ¿ahora qué? ¿me vas a obligar a bañarme?

-Sí - dijo sonriendo con superioridad- y luego también te voy a obligar a salir a desayunar conmigo.

-Come pito, ya te dije que no voy a desayunar y punto.

-Me voy a ir a bañarme para empezar a alistarme y que vengan por mí.

-Ajá...

Esa maldita sonrisa se la voy a arrancar de la cara si me sigue jodiendo con eso de obligarme a hacer lo que él quiera.

-Ya estoy listo para irme

-Siéntate a desayunar conmigo

Cuantas veces le debo de decir que no desayuno.

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