CAPITULO 2
ASHER HARRISON
Ahora comprendo "que la droga más fuerte de un ser humano, es otro ser humano".
- Flor M. Salvador -.
Maldita sea la hora en que decidieron crear las alarmas, la mía como todas las mañanas suena a las 05:00am me levanto con ánimos de posponerla unos 10 minutos más y regresar a la cama, pero recuerdo que tengo reunión a primera hora con los inversionistas que nos visitan de Canadá y es imposible agendar la para otro día, antes de iniciar mi día como empresario cambio mi pijama por ropa deportiva tomo mi celular, mis audífonos y salgo a correr a los alrededores del condominio. Doy una vuelta y regreso a ducharme, salgo del baño en vuelto en una toalla y me dirijo al armario para escoger un traje gris, camisa blanca y corbata negra, me puse calcetines y zapatos de vestir, peine mi cabello, agarre mi reloj y por último me aplique un poco de loción.
Salgo del cuarto y me dirijo hacía la mesa que está en la sala tomo mi maletín y sin hacer mucho ruido salgo de casa, digo sin hacer mucho ruido porque Nicolás está descansando. Si me preguntan yo he decidido ser empresario, seguir los pasos de papá, pero Nicolás su sueño siempre fue ser médico y no es por presumir, pero es uno de los mejores de esta ciudad.
Salí de casa me subo al carro, enciendo motores y comienzo camino hacia la empresa, cuando llego parqueo el auto agarro el maletín que está a mi lado derecho y salgo de este, camino hacia el ascensor y marco el número 15, sí mi oficina se encuentra en el último piso, a veces pienso que sería mejor pasar la oficina al primer piso y no tener que esperar unos minutos para poder entrar a mi espacio, pero es algo que ya es muy tarde para hacerlo. Llego a mi piso y a todo el personal doy dando los buenos días como es costumbre, no me gusta ser el jefe mal humorado, pero si me gusta ser profesional.
- Buenos días joven Harrison.
- Buenos días Mily, por favor a mi oficina en 5 minutos con la agenda del día de hoy y un café con una de azúcar.
- Con gusto, en unos minutos estoy en su oficina.
Mily es mi secretaria, tiene 46 años, cuando mi padre me entrego el puesto de presidente ella ya trabajaba para él es muy buena en su trabajo no me puedo quejar de ella, al principio ella fue de gran ayuda, ahora hacemos un increíble trabajo juntos, no sé qué haría sin ella si un día me dice ya no querer trabajar.
Dejo mi cosas en su lugar y tomo asiento en mi silla y saco la laptop para poder empezar a trabajar, cuando escucho unos golpes en la puerto y con voz firme doy autorización para que entre.
- Joven aquí está su café con una de azúcar, su madre a llamado desde temprano para preguntar por usted, solicito que por favor se comunicara con ella, que la vida no solamente es trabajo, que se recuerde que tiene padres, a las 9:30am tiene reunión con los inversionistas que vienen de Canadá, 12 del medio día vendrá el de recursos humanos para ver el currículo de los chicos que estarán haciendo sus respectivas practicas en el área de contabilidad, 1:30 tiene almuerzo con su hermano Nicolás y el resto de la tarde la tiene libre.
- Gracias Mily, por favor verifica que la sala de juntas esté lista para la reunión con los Canadienses, el día de hoy cerramos contrato con ellos y no debe de haber ni un error, y por favor marca a mi madre y dile que llegaré para la cena.
- No se preocupe estaré al pendiente de todo, yo le comunico a su madre, algo más en que le pueda ayudar joven Harrison.
- No Mily, te puedes retirar, por favor me avisas cuando sea ya la hora de la reunión, te puedes retirar.
- Con permiso.
Luego de que Mily se retirara de mi oficina puse la clave a la computadora y me quede revisando unos documentos, firme unos. Así se paso mi día, a las 9:30 ya estaban en la sala de juntas los canadienses gracias a Dios todo salió como se esperaba y tenemos el terreno para poder empezar el nuevo hotel. a las 12:00 del medio día recojo mis cosas, me coloco el saco y salgo de mi oficina.
- Mily ya me voy, cuando termines lo que estás realizando puedes retirarte a tu casa, yo ya no regresaré.
- De acuerdo joven Harrison, muchas gracias y que tenga buena tarde.
- Muchas gracias, igual para tí, disfruta de tus nietos.
Bajé por el ascensor ya estando abajó camine hacia el carro, encendí motores y fui directo hacia el restaurante de comida Italiana, nuestro favorito con Nicolás, queda a unos 25 minutos de la empresa. Cuando llego busco un lugar para poder estacionar el carro y poder ir con mi hermano. Apago motores, salgo y le coloco la alarma por cualquier cosa, seguridad ante todo camino hacia la entrada del restaurante.
- Buenos días joven, ¿desea una mesa o ya cuenta con reservación?
- Ya cuento con una, está a nombre de Nicolás Harrison.
- ya lo está esperando, siga por aquí por favor.
inmediatamente entramos al lugar, uno en el cuál se siente como tu hogar, los sabores de la comida son estupendos no cambiaría por nada.
- ¿Fresco como una lechuga?
- Una recién cortada, ¿cómo te fue con los canadienses?
- Todo bien tenemos un equipo muy eficiente, el próximo mes tendré que viajar para empezar a ver el terreno.
- Todo te salga bien hermano.
- Gracias, y a tí ¿cómo te fue en el hospital? ¿hay nuevos pacientes?
- Claro que hay nuevos pacientes, gracias a Dios todo marcha muy bien. Hable con nuestra madre y nos invita a una cena al parecer llegará Sophia y sus padres, ya sabes las típicas cenas de amigos.
- Jajaja esas dichosas cenas lo único bueno que nos trajo fue a Sophia.
- Recuerdas cuando nos hizo vestirnos de los personajes de la princesa Anastasia.
- O esas tantas veces que no hizo hacer pijamada porqué no tenia con quién más hacerla.
- A esa edad no tuvimos hermanas, pero la tuvimos a ella.
- Ahora nuestras hermanas parecen más de ellas que nuestras, mamá me llamo hoy por la mañana.
- A ti también ¿qué fue lo que te dijo?
- Dice que debemos tomarnos tiempo e irla a ver un poco más seguido, me pregunto si hoy tenia guardia por la noche en el hospital habrá cena familiar y quiere que no falte.
- Si dices que habrá cena familiar seremos solo nosotros o alguien más.
- Incluye la familia de Sophia y una amiga de ella, por lo que dijo mamá se está quedando unos días con ellos.
Continuamos hablando, recordando una que otra travesura de cuando éramos pequeños en lo que llegaban nuestros platillos de comida. Luego de u rato nuestra mesa quedo en competo silencio, terminamos de comer y esta vez pago yo la cuenta.
Nicolás se fue directo a casa de nuestros padres, por mí parte quise ir al departamento, poder ducharme cambiarme a algo más cómodo que el traje, opte por un pantalón negro, polo blanca, tenis blancos y una chaqueta de cuero negra, no podía faltar mi reloj, por último me coloque un poco de colonia y salí del departamento para dirigirme a casa de mis padres.
ESTÁS LEYENDO
Si Aún Existiera Un Nosotros
FanfictionA ti que te encuentras leyendo esto, me presento, soy Asher Harrison y te invito a que leas una parte de mi vida, estoy dispuesto a contarte cada uno de estos bellos momentos que pase al lado de Sophia Alvares, la niña más hermosa que pude tener en...