34. Todo estaba bien.

18 1 4
                                    

-lamento infórmale que el señor Andrei Frolov... murio- dice ella dejado lo último en el aire

No... eso no.

¡eso no!

-¿Hela que pasa?- escucho que alguien me habla pero no presto atención

-señorita León- habla la señora

-ya voy para allá- cortó la llamada, intento salir del restaurante pero me detienen

-¿Que pasa, Hela?- pregunta mamá- ¿Por qué lloras?

¿Cómo le digo? ¿Cómo lo hago? ¿Por qué me llamaron a mí y no a ella?

-el abuelo...- susurro- se...

-¿Que pasa con papá?- pregunta un poco preocupada

-el... el se...- mi voz se rompe y murmuró palabras que no resultan entendibles siquiera para mí

-¿Que le paso a mi papá, Hela?- exige saber ella

Y solo niego con mi cabeza indicando que algo está mal; las palabras no salen

-¿A dónde vas?- pregunta otro

-necesito ir al hospital- digo y salgo

Me siguen pero no espero a nadie, Miles de cosas abarcan mis pensamientos; no veo ni escucho a nadie solo quiero llegar y que me digan que todo es una simple mentira.

-yo manejo- me arrebatan las llaves- no creas que lo harás tú en este estado

No logro ver quién es, solo esas dos palabras se repiten y ruego por que sean falsas

🦋

-¡No!- el grito de mamá se escucha en todo el pasillo- ¡Mi papá no!

Los sollozos de mis hermanas y madre es lo único que se escucha en el lugar

-necesitamos que un familiar firme los documentos en la oficina

-espere un minuto- responde papá

-papá, yo me hago cargo- lo corto- quédate con ellas

El duda pero asiente y me levanto para seguir al enfermero que me indica la oficina del doctor que atendió al abuelo. Tiene diversos documentos en el escritorio

-¿Cómo se encuentra?- pregunta con una pequeña sonrisa

-¿Cómo cree que estoy?- hablo borde

-necesito que firme algunos papeles para dar la orden del traslado a la funeraria- dice el

Treinta minutos en silencio, treinta minutos donde me explica un poco de lo que pasó y me informan que el ya estaba presentando síntomas pero la enfermera no le dió la importancia que requería.

Paro respiratorio que llevo a un paro cardíaco fulminante.

Según los papeles donde estaba la revisión ese día -según la enfermera-, mi abuelo estaba mejor que nunca con su tensión arterial y que solo necesitaba de algunos medicamentos para relajarse... pero no nada estaba bien.

-eso es todo, señorita León- dice el cerrando la carpeta

-esta bien, que tenga buena noche- digo para salir en busca de mi familia

-Hela... ¿Cómo estás?- pregunta Hades cuando se acerca

Solo lo miro y niego; no tengo fuerzas para nada

-tienes que hablar mi reina- me rodea en un abrazo- dime qué sientes

-aqui no Hades- pido- aquí no puedo

Nuevo Comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora