𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑 𝐇𝐎𝐔𝐑𝐒 ; D.M

( OO5 ) 𝙗𝙪𝙧𝙧𝙮 𝙫𝙞𝙨𝙞𝙤𝙣𝙨 ❞

capítulo cinco . . . ❞
SCARLETT PRINCETON

SCARLETT despierta con un dolor de cabeza abrasador, sintiendo el pulso de su corazón retumbando y resonando fuertemente en sus oídos.

Su boca está seca, la fatiga controla su cuerpo y una ola instantánea de náuseas la atraviesa una vez que comienza a moverse en su cama. Parpadeando, lucha por ajustar su vista a la brillante luz del sol de la mañana.

Toma unos minutos más, suspira ruidosamente, se frota los ojos y bosteza antes de acostumbrarse a los rayos del sol que atraviesan su ventana, arrojando una luz dorada sobre sus suaves sábanas.

Scarlett se sienta, su cabeza aún le duele. Entierra su rostro en sus manos y suspira profundamente de nuevo, maldecida por no haber bebido agua entre sus vasos de alcohol.

Sus pies tocan pronto el frío suelo, y se da cuenta de que aún está vestida con la ropa de la noche anterior, su falda subida hasta las caderas, una correa suelta alrededor de su brazo.

— Mierda, murmura mientras la habitación gira por un fragmento de segundo. Se estabiliza presionando una mano sobre su colchón, cerrando los ojos para evitar que la visión en espiral ocurra.

Ni siquiera recuerda cómo llegó de vuelta al dormitorio. Cómo se las arregló para quitarse los zapatos.

Ajustando el vestido hasta los muslos, camina lentamente fuera de su dormitorio, aún medio dormida.

Scarlett agradece en silencio al universo por no toparse con Malfoy — su espacio común está vacío, las cortinas de la habitación aún cerradas, reinando un silencio apacible. Se dirige a la cocina y se sirve un vaso grande de agua, que bebe rápidamente.

Y cuando se tumba en el sofá, gime entre dientes, apenas capaz de mantener los ojos abiertos mientras su pulso retumba a un nivel doloroso, amenazando con hacerle estallar el cráneo con cada latido.

Scarlett cierra los ojos. No parece darse cuenta de que Onyx salta sobre el reposabrazos antes de dirigirse a acostarse sobre su estómago.

Incluso cuando tiembla ligeramente, habiendo olvidado cubrirse con una manta, no se mueve ni un poco, demasiado cansada para mantenerse caliente.

( . . . )

Aproximadamente dos horas más tarde, Scarlett se despierta con los sonidos amortiguados de respiraciones entrecortadas, respiraciones pesadas y gruñidos guturales.

Tiene que parpadear varias veces, dejar pasar unos latidos antes de darse cuenta de que esos sonidos provienen de la habitación de Draco.

Onyx está acurrucado en una bola a sus pies, y cuando se da cuenta de que una manta crema la cubre, frunce el ceño. La luz brillante entra en la habitación, el aire fresco se arremolina alrededor, la brisa fresca contrasta con la calidez del abrazo del edredón en su cuerpo. Mirando a su izquierda, una pequeña píldora blanca está colocada junto a su vaso de agua en la mesa de café.