Caja de sorpresas

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— ¿Quieres un café? O ¿un postre tal vez? — Pregunto mientras sostenía atleticamente  un par de bandejas con unos cuantos pedidos.

— Si — Fue lo único que pudo formular. Estaba atónito.

¿En serio era el mismo chico descuidado que conocía?

— ¿Si que? — Tweek estaba esperando impacientemente.

— Si, me gustaría un café — Dijo Craig recobrando la razón. Por alguna razón le parecía sorprendente el chico frente a el.

— Está bien, mientras piensas en que tipo de café vas a pedir, entrego estos pedidos  — Craig asintio viendo cómo aquel rubio se alejaba.

¿Este era un día normal en el trabajo?

— Cuando mensionaste un día tranquilo en el trabajo no pensé en esto — Murmuró mientras veía a Tweek limpiar una de la mesas recién desocupadas

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— Cuando mensionaste un día tranquilo en el trabajo no pensé en esto — Murmuró mientras veía a Tweek limpiar una de la mesas recién desocupadas.

— Que quieres que te diga, es un lugar muy frecuentado, hoy estuvo bastante tranquilo sinceramente. — Hablo ignorando por un momento la presencia de Craig.

— Eso no fue nada tranquilo, corrías de un lado al otro, hasta parecía que bailabas entregando cada uno de los pedidos — Recordó Craig mientras sorbia de su café. — Fue muy... Impresionante — Murmuró con la mirada perdida en los verdes ojos frente a el. — ¿Cómo haces todo eso en un solo día?.

Tweek se ruborizó de la impresión, por un momento se sintió acosado y alagado.

— Parece que estuvistes un buen rato mirandome jaja — Soltó divertido. Tweek seguía perdido limpiando las mesas sin notar la expresión que tenía Craig en toda la cara.

Su rostro ardía en rojo.

¿Vergüenza? Tal vez.

NO HOMO!

— Tal vez

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— Tal vez... Estaba muy aburrido aquí sentado — Por alguna razón había olvidado la razón del por qué estaba ahí o si siquiera había una razón que lo incentivo a ir.

— Lamento eso, debiste irte a casa una vez que llegamos aquí — Respondió Tweek.

— Aún era un poco temprano como para llegar a casa, además, tenía curiosidad, no sabía que trabajarías en un café.

NO TRATA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora