EL GRAN MISTERIO.

Capitulo II.

"Baile de Pinos"

Han pasado dos días desde que llegaron al pequeño pueblo en busca de una paz que nunca le llegará ya que son un poco similares al equipo de Haywood y los demonios lo saben, por esta razón quieren su carne, su alma y su sangre a toda costa.

Son las 10:40 am, las cosas van muy bien para ser dos días desde que Fernando tuvo una gran visión con demonios y escenarios muy falsos para alguien que odia la magia, lo paranormal y las emociones que dan al vivirlos.

El sol está dando un poco de calor, pero el aire que generan los árboles y los pinos de alrededor, es muy refrescante para los cuerpos humanos.

- saldré un rato - Julián toma una mochila café con un corazón pintado, dentro hay golosinas, una botella de agua, una soga, un diario en blanco, lapiceros y una cámara instantánea.

Elena sale apresurada de la cocina con su chamarra en mano, unas gafas para el sol y bloqueador solar.

- pregunta, ¿Tardaremos mucho? - pregunta de una manera tan estresada, como si estuviera siendo obliga a salir de la cabaña con alguien que odia y en secreto ama.

Wally baja las escaleras de madera recién pulida y brillosa, su mirada aturdido por los parloteos de sus amigos es tan fuerte que lo despertó y decidió bajar para saber que esta pasando.

- ¿A donde van? - su voz ronca por estar despertando justo ahora, le causa risa a Elena - ¿Puedo ir contigo? - pregunta mientras se limpia los ojos lagañozos y bosteza fuerte como un oso.

Julián checa la hora en su reloj dorados y rodea los ojos desesperado de no poder salir de la cabaña - bien, pero si tardas más de lo normal... te dejo - se da la media vuelta como todo una diva y abre aquella puerta de madera vieja con toda su fuerza.

La puerta vieja tiene una estrella de seis picos dibujada con sangre muy vieja, tal vez tendría más tiempo en la puerta que ella viviendo en este mundo lleno de bondad y oscuridad. Nadie se percata de esta estrella por lo borroso que está quedando y lo vieja que es la puerta que de un golpe de cuarta gracias a la fuerza de Julian por prácticar box y natación.

Fernando quien esta en la puerta de la cocina, apoyado en ella, observa la puerta estar cuarteada por el golpe que dio con tanto estres el patético joven que le gustaba y le daba revoloteos en el estómago pero resultó ser más heterosexual que los cantantes de rap estadounidenses.

- ¿Enserio me destruyó la puerta? - pregunta de la misma manera en la que habla, con un asentó muy chistoso que le da un estilo muy tierno.

Jannia lo observa con atención detallada y ríe - de verdad vive en un estrés constante - se cruza de brazos mientras intenta ver al frente pero la mirada de amor y odio del chico de cabellera oscura ruloza es inevitable.

- ya decile que te gusta - la voz de Carla se hace notar entre el resto por gritar muy fuerte para que todos se enteren.

Fernando rodea lo ojos y ríe mientras camina de nuevo a la cocina a preparar la comida junto a Jannia que se sabía unas recetas impresionantes de las cual nadie más puede saber y hacer a su estilo.

Julián reposa en la banca afueras de la cabaña a un metro de ella, debajo de lo que es un árbol muy grande, lleno de hojas secas casi muertas, un agujero en el centro muy oscuro. Tal vez podría comenzar a investigar aquel tunel y donde te lleva, pero el se cree un personaje de video juegos de terror y quiere investigar las anomalías que tiene aquel pueblo hermoso con una cascada gigante de donde caen ricos peces de buen tamaño y rico sabor.