Capítulo 2

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Bogotá, Colombia 2023

Juan Pablo Villamil

Desde la muerte de Gabriela no he sido el mismo, los días pasan de una manera tan monótona que ni siquiera se en que día vivo, no soy capaz de salir de la rutina, me volví un hombre demasiado ermitaño y tan entregado a mi trabajo que no tengo siquiera tiempo para ir a beber una cerveza con mis amigos. Aunque no todo es malo, el haberme entregado tanto a mi trabajo me ha traído la satisfacción de convertirme en coronel y mano derecha del general Ayala, el soldado mas importante que ha tenido nuestro país en los últimos cincuenta años.

Por otro lado, María, la niña que me arrebató la vida de Gabriela está a punto de cumplir seis años, es idéntica a ella, parece como si a través de ella hubiera vuelto a nacer. Prefiero mantenerme alejado de ella, no puedo estar cerca porque cada que la veo es como revivir aquel fatídico día y eso me debilita, yo no puedo permitirme llorar más, ya no.

Hoy es un día importante, pues es la ceremonia de condecoración para los capitanes de tropa ante su triunfo en la misión del Amazonas así que me levanté, me aliste con mi traje de gala y pasé a dejar a María a casa de mi madre.

-Adiós papi- se despidió dándome un beso en la mejilla.

-María ten cuidado, vienes toda sucia, me vas a ensuciar el uniforme- la regañe mientras me limpiaba los restos del beso.

-Perdón papi, es que hoy te ves muy guapo- respondió tímidamente.

-Pero sabes bien que no me gusta que te me acerques- respondí tajante.

-Discúlpame papito, no se volverá a repetir.

-Ya bájate, dile a tu abuela que te bañe porque ya hueles mal.

La niña se bajó del coche con una mirada empañada en lágrimas, después de dejarla en casa de mi madre, seguí mi camino hacia la base militar para repasar el discurso y comenzar con el protocolo.

-Coronel- me saludó el general Ayala.

-General Ayala- devolví el saludo militar.

-Hoy me siento inmensamente feliz, sabes. Lucia mi hija menor por fin será reconocida como la mejor capitana de su generación, un logro que solo una mujer ha podido alcanzar y hoy ella se suma a esa corta lista.

-Que honor para usted y su familia- respondí con amabilidad tratando de esconder mi desagrado por esa chiquilla.

Lucía Ayala es la hija menor del general, ha marchado dentro de las  del ejercito desde que era una niña, toda su vida vivió en bases militares pues el general formó parte del ejercito de elite por lo que podían trasladarlo a cualquier parte del mundo, pero al final terminó regresando a su casa, Colombia. La involucrada podía ser una niña prodigio, poliglota y no sé cuántas cosas más, pero desde el instante en que la conocí supe que era insoportable, tiene el don de manipular a todos para obtener lo que quiere, la he visto hacerlo con el general desde que comencé a trabajar para él, además de tener embobada a media base militar.

Lucia Ayala

Hoy es uno de los días mas importantes de mi vida dentro de las filas de la milicia colombiana, desde que era una niña soñaba con recibir medallas, menciones honorificas y hacer sentir a mi padre orgulloso de mi.

Alise el ultimo mechón de cabello en un moño francés, me puse mi traje de gala y la solapa con todas las medallas que he recibido por mi impecable desempeño, por fin seré ascendida como capitana de la topa Alpha, tropa perteneciente a la elite de la milicia bogotana.

Mientras salgo de mi dormitorio me encamino a buscar a mi padre, deseo abrazarlo antes de que de inicio el protocolo, a lo lejos logro divisarlo mientras platica con Juan Pablo, su secretario. Mentira, si el coronel se entera que le dije secretario es capaz de ponerme un castigo al estilo medieval o algo parecido a una tortura para los nuevos reclutas.

Corazón indomable | Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora