Test de la verdad.

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Ambrosius se encontraba en su última etapa de entretenimiento. Así lo indicó la directora y así lo anunció la reina luego de que esta última recibiera los reportes anuales del instituto.

Si no ocurría ningún imprevisto, Ambrosius sería nombrado guerrero oficial del reino de Gloreth en menos de tres años.

A manera general, e incluso bajo testimonio de la misma directora, cualquier escudero estaría bajo estrés y ansiedad si estuviese en la misma posición que él. Y si bien lo estaba, la razón era muy diferente a lo que todo el mundo pensaba.

Su entrenamiento actual ya no consistía en aprender tácticas avanzadas de combate. A Ambrosius ahora mismo le incumbía encontrarse dentro de las múltiples salas de enseñanza para recibir clases de estrategia militar o algo cercano a estar encerrado en una habitación frente a libros enormes de textos viejos, pero no lo estaba, él solo decidió tomarse el día libre para vagar por los alrededores del instituto para reflexionar sobre sí mismo.

Algunos de los chicos y chicas de menor nivel que practicaban en el campo lo saludaban entre descansos. Ambrosius solo alzaba su mano y les brindaba una rápida sonrisa antes de volver a centrarse en la pantalla flotante frente a él.

Luego de semanas sin dormir por dar vueltas a sus pensamientos, decidió que era momento de ponerle un fin y hacer una rápida inspección y análisis interno a sus propios sentimientos. Es por ello que ahora mismo Ambrosius se encontraba leyendo una página de una revista famosa con las palabras —Test de amistad— situado en medio de un fondo verde agua con letras celeste fosforescente. —Un mal comienzo, pensó Ambrosius, temiendo que el color de la tipografía llamara la atención de cualquiera que pasara por detrás suyo.

La primera pregunta era [—¿Con qué frecuencia te comunicas con esta persona fuera de los encuentros casuales o eventos grupales?]

Por lo general ambos pasaban casi todo el día juntos. Tampoco es como si pudieran estar alejados el uno del otro si ambos viven bajo el mismo establecimiento. Aunque Ambrosius igual tenía que admitir que él era quien buscaba más a Ballister en sus descansos, aparte de ponerse de mal humor cuando no lograba encontrarlo.

—Bien, segunda pregunta.

[—¿Te sientes cómodo siendo tú mismo alrededor de esta persona?]

—Su ceño se frunció en señal de desconcierto antes de cerrar la página. Eso no iba a funcionar. Creyó que ir por el test de amistad lograría calmar su lucha interna, pero lo único que logró conseguir fue aumentar su desesperación. Volvió a encender su reloj y la pantalla pronto apareció de nuevo. Cuando presionó sobre la barra de búsqueda, sus dedos vacilaron en el aire. Ambrosius suspiró pesado y se golpeó su propia mejilla.

–Acaba con esto, maldita sea.

Ahora el test verde y celeste fue reemplazado por uno más rosa y chillón bajo el título —Test para saber si estas enamorado—.

—¿Por qué tenías que ser rosa?— se quejó Ambrosius, encogiendo su propio cuerpo volviéndose paranoico dando miradas fugaces alrededor suyo.

[—¿Sientes que tu corazón se acelera cuando estás cerca de esta persona?]

Cuando leyó la pregunta, Ambrosius se preguntó qué tan sincero tenía que ser consigo mismo. Igual no lo pensó mucho, la respuesta era más fácil que todas las anteriores. —Todo el tiempo, incluso cuando solo recibo su mensaje de buenos días.

[—¿Has experimentado cambios en tu conducta o apariencia personal para atraer la atención de esta persona?]

Ambrosius recordó que empezó a usar un poco más de perfume cuando ambos acordaban reunirse para almorzar. También dejó de usar sus antiguos zapatos favoritos solo porque quería lucir mejor para Ballister. Ni qué decir de su cabello, que años antes lucia largo y descuidado solo para llegar a cortárselo siguiendo un modelo de peinado que Ballister le comentó entre sus salidas.

Test de la verdad. [Ambrosius X Ballister] One shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora