𝗯𝗮𝗱 𝗶𝗱𝗲𝗮 | 𝘆𝗼𝗼𝗻𝗺𝗶𝗻 [Adaptación]

࿐Veintidós.

───Taeyeon, toma estos papeles y llevalos a mi oficina, cuando vuelvas iremos a por comida, ¿te parece?

───Por supuesto jefe, iré a dejarlos y cerraré la oficina, regreso enseguida.

La pelinegra sonando sus tacones, llevando el gran portafolio lleno de papeles claramente importantes.

Mientras iba por el amplio pasillo, su mirada se desvío por pequeños segundos al celular, observando la foto de su hijo junto a ella.

[discúlpenme, no sé editar, trabajo honesto que es lo que cuenta] [Lo que dijo la escritora x2]

Aquel día, decidieron hacer una pequeña sesión de fotos para renovar el enorme cuadro familiar, aunque en realidad solo fue una excusa de Yoongi para distraerla de que ese mismo día sería su undécimo aniversario de casados junto a su difunto esposo.

Min la llevó a comer en su auto, estuvo con ella comprando todo tipo de ropa y más que nada le dio el cariño para sentirse completa y olvidar la muerte del padre de su único hijo. El mismo niño de ojitos brillosos que causaba la mayor felicidad en ella. Soltando un suspiro de curiosidad, desde que habían llegado a la nueva casa, su relación estaba algo distanciada. Tanto por su trabajo como él con su universidad. Recordaba que todas las tardes luego de salir, Yoongi le llamaba para asegurarse que estuviese bien, se preocupaba por su salud, su bienestar mental y era atento con cada acción que ella daba.

Y era obvio que Yoongi iba a estar paranoico pensando que ella sería capaz de dejarle solo ante la tristeza de estar viuda. Pero Taeyeon se prometió que ambos saldrían adelante y el gran trabajo que tenía como la mano derecha del Ceo Im era suficiente para tener una cómoda vida y darse ciertos lujos. Sintiéndose algo intranquila de la actitud tan reservada de su hijo, sin recibir llamadas diarias hace más de dos meses, algo angustiada de lo que ocurría en la vida de su chico adulto. Caminando de regreso a la entrada del edificio, su jefe le dedicó una sonrisa para abrir la
puerta y dejarla entrar al gran auto.

Siempre comían juntos ya que eran grandes amigos, ocho años trabajando juntos era suficiente para que Chang Kyun desarrollará un cariño amistoso hacía Taeyeon.

Mientras ella masticaba con su mirada muy concentrada en la comida, Chang le miró algo curioso.

───Taegoo, ¿ocurre algo?

La pelinegra subió la mirada para responderle a su amigo mas no pudo retener la risita al escuchar el apodo.

───¿Qué te he dicho de llamarme así?

Le señaló con el tenedor y el de cabellos castaños alzó las manos en modo de paz.

───Lo siento, es solo que te ves algo perdida o preocupada.

La menor asintió, dejando el cubierto en su lugar y tratando de buscar las palabras correctas para explicarle a su amigo.

───¿Es algo personal?, sabés que no debes hacerlo si no quieres.

Taeyeon negó rápidamente.

───Es sobre Yoongi y su estadía en la casa.

───¿Se porta mal?

───No, ojalá se portara mal.

El de cabellos castaños soltó una risita y miró a su amiga.

───¿Qué ocurre con tu hijo?

───Es solo que, se mantiene algo aislado del ambiente en casa, creí que se llevaría con Seojoon, estilo padre e hijo pero no es así.

El mayor suspiro.

───Taeyeon, Yoongi ya es un adulto, no deberías preocuparte por su estadía, él sabrá como adaptarse e ir avanzando en una nueva vida. No es un niño que se pueda chantajear.

───Sí pero siento que le estoy haciendo la vida infeliz, últimamente no le veo sonreír mucho, no habla de sus temas como solía hacerlo, ya no somos unidos como antes.

Chang soltó un suspiro, tratando de ponerse en el lugar de su amiga y le vio los ojos oscuros angustiados.

───Taeyeon, si necesitas vacaciones para pasar tiempo con tu hijo, siempre que las pidas yo te las daré.

───Gracias Chang, realmente lo agradezco pero por el momento solo es un pequeño sentimiento confuso.

───En ese caso, no estaría mal ir a descansar a casa, ya has hecho lo que tenías que hacer en la oficina, podrías volver a tu hogar, tomar una taza de té y relajarte en tu cama.

───No, no te preocupes, puedo terminar el día, mañana es miércoles y no quiero atrasar las cosas.

El mayor negó acariciando la mejilla de la contraria.

───Es por tu salud y para que no cometas un error por tener la cabeza en otra cubeta, solo ve temprano a casa, será mejor para ti.

───Realmente te quiero Kyun y agradezco todo lo que has hecho por mi.

───No hay de que Taegoo, ahora terminemos de comer para que tomes el taxi hacía casa.

Volviendo a masticar y tragar mientras trataban de desviarse del tema, hablando de ganancias, ingresos y egresos de la compañía. Por un momento pudo olvidar lo que taladraba su cabeza y fue gracias al mayor.

¡Hola! Al fin acabo la parte difícil, me mate buscando fotos pero supongo que no era el tiempo hasta hoy, muchas gracias por darle apoyo a la adaptación:3