•|Capitulo 1|•

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El día horrible no hacía más que llenar a Genya de remordimiento ante sus acciones. Sus gruesas manos sostenían aquella carta casi perfecta, aquella que fue escrita por su amante, la cual simplemente le decía lo mucho que lo extrañaría y que esperaría su regreso con anheló.
La bocina del tren Resonó precisamente cuando Shinazugawa apretó la carta, Hasta convertirla en un pequeño bollo, y la tiró por la ventana a su lado antes de sujetar sus maletas y caminar hasta la puerta más cercana.


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Al llegar a los enormes pastizales Genya no pudo evitar sentirse bien. Aunque sus recuerdos de la infancia fueran dolorosos, Su madre y su hermano mayor se encargaron de que su infancia sea menamente feliz, jugando entre la maleza, lleno de inocencia.


—Sanemi está de viaje, por ello no podra ir  a buscarte — Inquirio, recordando las palabras de su Tío Himejima— Pero su esposa esta en su casa. Es una mujer muy bonita y amable, de seguro te llevarás bien con ella.



Genya no supo realmente que decir. Instintivamente recordó a su amante, a quien había decidido prácticamente abandonar al llegar a ese lugar. El silencio era suave y fresco, el ambiente también, después de todo El se había instalado en la ciudad prácticamente desde la muerte de su madre así que el barullo y los sonidos fuertes fueron partes de más de la mitad de su vida.



Entre tanto recuerdero finalmente llego al enorme prado que conocía como la palma de su mano. Sonrió sin poderlo evitar y corrió entre el pastizal, olvidándose de su maleta y de la edad que portaba. Se sentía libre y aquello le hacía feliz.


Genya se sentía feliz de que sus manos tocasen los arbustos, el tacto era tan melancólico y amable que se dejó caer entre ellos, sin importarle ensuciar su ropa o lo que sea, y fue allí que se dio cuenta del cambio climático en su corazón. Pues ahora, observando las enormes nubes, junto al resplandeciente cielo azul, su corazón se sentía cáli-



—Usted no debe ser de por aquí, o es familiar de ese tipo.


Fue entonces que Genya obsevo rápidamente aquella figura. Se levantó de golpe y sus ojos visualizaron a un pequeño albino, de ojos bordos, que le miraba seriamente.



—...Yo...



Continuará

Prohibida Tentación [GenTan-SaneTan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora