③ Problemas

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Empecé a ponerme nervioso con las miradas de todos, así que salí corriendo hacia el baño

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Empecé a ponerme nervioso con las miradas de todos, así que salí corriendo hacia el baño. En cuanto entré cerré la puerta detrás de mí. Deslicé mi espalda sobre la puerta. En este momento sentía una impotencia enorme, tenía unas ganas de gritar pero antes de poder hacerlo sentí como alguien tocaba la puerta. Tenía ganas de desahogarme con alguien, así que ¿por qué no con la persona que estaba detrás? La abrí tan rápido que creo que la asuste y grité.

Daniel: ¡¿Qué?! — Dije lo más alto que pude.

Era Víctor. Por su expresión facial parecía sorprendido de que le hubiera abierto tan rápido. Entonces me dijo:

Víctor: Lo siento, no quería causarte ningún problema. Pero en cuanto os vi a los dos juntos, mi yo Fudanshi y mi yo reportero salieron a flote. Era como un tren a punto de descarrilar, no podía detenerme. Pero ahora lo pienso y me siento fatal — Vi como ahora era él quien hacía lo mismo que yo había hecho segundos atrás, pero a diferencia de mí, él sentía culpa más que nada.

Entonces, en cuanto se sentó, se puso con la espalda encorvada y mirando a las rodillas, sin parar de llorar. Al principio, pensé en irme de ahí, pero él había venido a disculparse conmigo, así que lo mínimo que puedo hacer es INTENTAR animarlo. Recalco intentar, ya que no se me dan bien esto de los ¿sentimientos? No digo que no los tengo, no soy un monstruo, pero omitiéndolos me siento mejor conmigo mismo. Me senté a su lado y le dije.

Daniel: No te preocupes — Dije un poco más calmado. Pero en cuanto dije eso, él se abalanzó sobre mí y me abrazó.

Por un momento pensé en apartarlo, pero ¿y si de verdad necesitaba este abrazo? Después de unos minutos, él se levantó y me dijo serio pero con una sonrisa.

Víctor: No te sientas obligado a salir, puedes quedarte aquí. Luego vendré con Ainhoa.

Dicho y hecho se fue y me quedé ahí tratando de asimilar lo que había pasado.

Dicho y hecho se fue y me quedé ahí tratando de asimilar lo que había pasado

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En cuanto vi a Víctor salir, le pregunté intrigada.

Ainhoa: ¿Qué tal te fue?

Víctor: Pues, creo que bastante bien — Me dijo risueño.

Dos amigos no tan amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora