After The Storm | Hyunin

Capítulo 1

En su vida Serim había cambiado de instituto dos veces.

En las dos veces, él volvía a estar ahí: Yang Jeongin.

Se preguntó que tipo de obsesión era ese. ¿En serio un ser humano podía empecinarse tanto en causar daño a otro?. ¿Qué diablos conseguía con eso?. ¿Era algún tipo de placer?.

Claro, Serim le dio una rápida y corta explicación a eso un tiempo después. Él entendió que una persona con su propio tormento, a veces simplemente se sentía mejor con que otro pase una tortura peor para sentirse superior.

Aun así, aunque le había buscado y encontrado un porqué, las preguntas seguían. ¿Por qué alguien que no hizo un mal en su vida debía pagar el sufrimiento de otro?. ¿No debería la vida ser justa y entregarle las represalias a quien se lo buscaba?.

Simplemente, ¿había un error tan grave que Serim haya cometido?. Más que haber nacido sin elección, él no lo creía.

Ahora, estaba en una situación donde ni siquiera se atrevía a abrir los ojos. En toda su vida Serim había experimentado todo tipo de pesadillas. Hasta asesinar a alguien, o ser asesinado. Pesadillas que lo hacían levantar en las madrugadas gritando y sudando en llanto siniestro.

Pero ninguna pesadilla se podía comparar con aquella que estaba teniendo ahora.

Mientras apretaba los ojos con fuerza podía sentir su errática respiración, sus manos apretaban con fuerza las sabanas con una tensión preocupante. Podía escuchar a los pajaritos cantando en algún sitio cerca de la ventana, y la suave brisa del aire acondicionado golpear en su rostro.

Sí, debe ser una pesadilla. Definitivamente antes de cerrar los ojos era una noche de tormenta y oscuridad, y estaba tendido en el suelo de su saqueado cuarto. Era así como terminó su vida luego de tener una muerte por infección estomacal.

Era así...¿entonces por qué había vuelto a abrir los ojos y en un sitio diferente?.

Un ambiente diferente, un clima diferente, cuarto diferente e incluso...

Un cuerpo diferente.

Sí, es por eso que él lo decía, era una pesadilla, o más bien una broma maldita de la vida. Pero él ya había pasado por aquello, tantas veces, no iba sorprenderse si fuera un sueño rutinario luego de ir a la cama a dormir.

¡Pero no luego de ir a la cama a dormir ETERNAMENTE!.

¿Es que incluso se vale soñar después de la muerte?. Él no había leído nada de eso.

Abrió los ojos resignado, con la esperanza de que el escenario haya cambiado y por fin pueda estar donde debería estar luego de la muerte. Algún cielo o infierno, lo agradecería.

Pero no, seguía allí. Sobre una cama enorme y de ensueño, con sabanas negras y almohadas del mismo color. Teniendo en su forzada vista el panorama de unas paredes igual al tono que las sabanas. En realidad era la primera vez que veía un sitio tan triste y sin vida, todo a su alrededor era oscuro y siniestro, dispuesto al recalcar que definitivamente se trataba de una pesadilla terrorífica.

Bajando la mirada sintió un sabor amargo, sí, lo sintió. Esa era la peor parte de esa pesadilla.

Se quedó impasible al tener acceso a la vista de sus pies moviéndose en medio de la oscuridad. Porque allí en su estómago no había más que una delgada capa de piel pálida y absurdamente suave y tierna, nada de una panza gorda ni rollos que daban repulsión. Ninguna redonda masa de grasa obstruyendo la vista para ver sus pies.

Unos pantalones de algodón abrazaban las delgadas piernas que parecían pertenecerle a él.

Él no sabe cuantas veces había soñado con aquello, con poseer un cuerpo diferente al suyo, uno como el que veía ahora: delgado, pálido y perfecto. Incontables sueños que acababan cuando volvía a abrir los ojos y recibía la realidad.