Para su mala suerte a Yang Jeongin lo esperaba fuera del instituto el mismo chófer que lo había traído. Serim comprendió entonces que ese hombre se quedaba allí todo el día, quería saber porqué perder el tiempo tantas horas pero sabía que si preguntaba algo así se vería sospechoso.
Así que solo subió al auto y se dejó trasportar sin sentir desgana porque al final ahora tenía un nuevo objetivo además de averiguar que mierda había pasado en su intento de suicidio.
Ahora tenía la misión de poner a Hwang Hyunjin de su lado.
Fácil, ¡yei!. (Se estaba cagando en sus pantalones).
Era inevitable, la apariencia de Hwang Hyunjin era intimidante, además de enigmático y digno de apreciar. Se sentía un pecado hablar con él sin pedir permiso primero, se debía a su aura de oscuridad y superioridad que pareciera imposible tratar con él. Aunque Serim ya había tenido más de un encuentro con el mayor, temía por su vida ahora que se presentaba como Yang Jeongin.
Ya no sabía si alegrarle o no que la relación de Hwang y Yang no era la mejor de todas en la actualidad. Ahora temía por su vida.
Y también, le daba una ligera tristeza y susto que Hyunjin lo vuelva a mirar de la forma en que lo había hecho momento atrás. Se le erizaba la piel y le daban escalofríos con solo recordarlo.
Por eso debía idear el mejor plan para convencerlo de que él era Jung Serim. Misión imposible pero lo iba a intentar.
Serim llegó nuevamente al hogar de la familia Yang. Rendido al volver a encontrarse con el mismo panorama ingresó a la casa temeroso. Más en ningún extremo halló rastro de Yang Dongsik o la extraña mujer que parecía guardar rencor a su receptor.
Solo se encontró con la misma mujer que pertenecía al personal y había visto horas antes.
No supo como actuar, temía cualquier movimiento ahora, incluso la mujer lo observaba cautelosa, como si lo estuviera detallando en busca del verdadero Yang Jeongin. Era increíble como con unas simples acciones podías captar la gran diferencia del monstruo del día anterior y él, el patético y temeroso Jung Serim.
—Su padre está al tanto de lo ocurrido en su instituto. Quiere verlo a la hora de la cena, le hace saber que si se atreve a huir desde ya tenemos autorización de hacerle las maletas para mandarlo a un internado —diablos, ¿que clase de relación de padre e hijo era esa?.
Ya tenía claro que incluso en su hogar Yang Jeongin no era ningún santo. Aunque se preguntaba hasta que punto era de transparente con las personas que lo rodeaban.
Solo dio un ligero asentimiento. Quiso arrancarse los pelos cuando la mujer levantó las cejas descolocada. Joder Yang Jeongin, si que eras un maldito rebelde y grano en el culo con todos. Pensó y sacudió la cabeza para ir de una vez en zancadas hasta la habitación perteneciente al diablo que portaba.
Al ingresar todo estaba ordenado de forma pulcra. La cama ya estaba hecha y al entrar al armario las prendas que había arrojado ya estaban devueltas en su lugar dejando el pasillo totalmente despejado. Se quedó paralizado en su sitio por eternos segundos.
Finalmente se puso a procesar lo que estaba ocurriendo en aquella realidad indiscutible.
No murió. Pero además de no morir fue concedido la oportunidad de portar el cuerpo del alumno con más poder de toda la ciudad, del hombre que le destruyó la vida y que tantas heridas le había producido con ese mismo cuerpo.
Jung Serim estaba vivo y Yang Jeongin muerto.
Pero Nam Keeho no, ni todo el círculo social de ese dúo de amigos que él conocía tan bien.
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After The Storm | Hyunin
RomanceSerim llevaba una vida de infierno, era golpeado y maltratado hasta la sangre en su instituto por su apariencia física. Todo cambia cuando un día despierta siendo Yang Jeongin, por arte de magia, siendo uno de los chicos más populares de su institut...