Virtuoso Pervertido

Acto 2

Moviéndo sus dedos con nerviosismo, Barnaby miró el reloj de su escritorio. No había visto a Kotetsu en todo el día. Después de todo, había estado ocupado con el Festival Deportivo que estaba cerca. Sin embargo, tenían programada su cita para ese día, después del trabajo.

Es por eso que Barnaby, mentalmente, se mordía las uñas.

—Dijo que era una cita, así que-  —murmuró, mientras un ligero rubor teñía sus mejillas.

—¿Se siente enfermo, Sr. Brooks? —El profesor de ciencias, Keith Goodman, se le acercó y Barnaby dejó de soñar despierto.

—¡Oh! No, en absoluto, Sr. Goodman, solo estaba… —tartamudeó Barnaby cuando otro maestro se unió a ellos. Era el Sr. Nathan Seymour, el profesor de arte.

—¿Qué pasa, guapo? Has estado con la mente en otro lado toda la tarde —dijo, con una sonrisa.

El profesor más joven estaba a punto de responder cuando Kotetsu apareció en la puerta.

—¡Listo, Bunny! Lo siento, te hice esperar —el profesor de educación física colocó su mano en la parte posterior de su cabeza y levantó la otra en una tímida disculpa. 

Todos en la habitación miraron a Barnaby con ojos sospechosos.

Mierda. 

Sobresaltado, Barnaby se puso de pie como un robot y, antes de que pudiera responderle a ese anciano cabeza hueca, escuchó la fuerte voz del profesor de matemáticas que venía desde atrás.

—¡Oi! ¿Qué están tramando ustedes dos? —El señor López caminó hacia ellos; a veces podía parecer muy intimidante. Sin embargo, Kotetsu se echó a reír. Barnaby había oído que ambos eran buenos amigos desde hace muchos años.

—Vamos a tomar un par de tragos —soltó Kotetsu y Barnaby se dio la vuelta con la cara roja y con la boca abierta.

—Eres tan malo, Sr. Kaburagi, no nos invitaste —Nathan lo miró con una mirada traviesa.

Barnaby podía escuchar el sonido de su propia saliva siendo tragada lentamente. 

—¿ Ah ? —Kotetsu colocó un dedo en su barbilla, sus ojos se dirigieron  a Barnaby. Sonrió encogiéndose de hombros y Barnaby parpadeó—. Bien. Vamos.

Algo se sentía pesado en el pecho de Barnaby. ¿Acaso estaba sintiéndose decepcionado?

"Imposible. No esperaba que fuera una cita, así que está bien. Supongo…" pensó el joven profesor.

—¿Te parece bien, Bunny? —Kotetsu murmuró cerca de él. Se lo veía derrotado.

—Está bien, Kotetsu-san. No te preocupes. —Barnaby trató de mantener la calma, incluso cuando su corazón latía inesperadamente doloroso—. Va a ser divertido.

Con una hermosa sonrisa en su rostro, Kotetsu palmeó su hombro. 
—Bien —susurró y se alejó, con el resto del grupo mientras salían juntos. Barnaby dejó escapar un suspiro y los siguió.

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Kotetsu no esperaba que su cita con Bunny fuera arruinada por sus propios amigos. Pero… las cosas pasan por algo , eso era lo que siempre decía su madre.