Acto 3

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El corazón de Kotetsu se hundió en su pecho cuando vio la mirada herida de Barnaby mirándolo fijamente. Sin embargo, sus labios se mantuvieron curvados en una sonrisa falsa y encantadora.

Ah – no me mires así… esto es lo mejor para los dos– 

Solo soy un viejo egoísta...

Cuando el joven maestro se dio la vuelta para mostrarle la espalda, Kotetsu supo que había terminado. Inclinando la cabeza, vio al profesor de inglés corriendo dentro del edificio. El peso que pensó desaparecería una vez que dijera esas palabras se volvió aún más intenso. 

Los días siguientes estuvieron llenos de trabajo y apenas se vieron. Debido a que el Festival de Deportes estaba cerca, Kotetsu salía tarde del trabajo, por lo que no podían regresar juntos a casa y...

--Gah, no debería haber estado pensando en caminar de regreso a casa con él. Incluso si somos vecinos --murmuró Kotetsu para sí mismo mientras entraba a la sala de profesores.


El lugar era ruidoso como siempre. Era porque Nathan estaba organizando otra 'fiesta después del trabajo' en el bar. 

Kotetsu negó con la cabeza levemente y sonrió a sus colegas reunidos alrededor del escritorio de Barnaby. No era su intención pero sus ojos se encontraron con los del otro hombre y el joven profesor de inglés desvió la mirada.

Incluso cuando Kotetsu estaba haciendo todo lo posible por ser distante, cada vez que se cruzaban era como si las mariposas que volaban en su estómago se convirtieran de repente en cuchillos.

--Este Pub lo tiene todo, mi amigo es el gerente y nos harán un descuento. --Nathan aplaudió y todos estaban felices con la idea.

--Kotetsu, ¿vienes? --preguntó Antonio y los ojos tímidos de Barnaby estaban sobre él otra vez.

Kotetsu trató de evitarlos saltando al lado de Antonio para envolver su brazo alrededor de los anchos hombros de su mejor amigo.

--¡Por supuesto! Pero, ¿no es aburrido para un hombre joven y saludable como el Sr. Brooks? --Kotetsu no pudo evitar que su propia boca soltara tonterías--: Deberíamos invitar a una chica hermosa para él.

 Con una mirada llena de confusión, Antonio lo apartó: 
--¿Uh? ¿Qué estás diciendo? ¡Nosotros somos gente divertida!


--No necesito eso. --Kotetsu escuchó decir a Barnaby. El apuesto profesor se puso de pie con el rostro sonrojado y sus ojos cayeron al suelo--. No necesito una chica. Prefiero pasar mi tiempo con mis buenos compañeros de trabajo.

Un fuerte gemido proveniente de Nathan hizo que todos se estremecieran. Todos menos Barnaby, que ahora estaba mirando a Kotetsu.

Virtuoso PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora