𝐒𝐞𝐢𝐬

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❪⸙❫ 𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐨
𝐦𝐢 𝐩𝐞𝐝𝐚𝐳𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐣𝐞
𝐚𝐫𝐫𝐚𝐢𝐠𝐚𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐨𝐥𝐮𝐧𝐭𝐚𝐝
𝐃𝐞 𝐩𝐨𝐝𝐞𝐫 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫 ❪⸙❫

Obinrin Trio- Medo

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Pensaba que esa mañana sería como todas las demás. Despertar cansado, sin la presencia de su mejor amiga, y con la necesidad de sentir los brazos de su esposo sobre su cuerpo, haciéndole sentir bien y protegido. Grande fue su sorpresa cuando, después de oír pasos acercarse a la cama, unas manos tocaron sus brazos, mientras el peso de aquella persona rechinaba sobre las cobijas rojas.

Cellbit le plantó un beso en la mejilla, haciendo que terminara de abrir sus ojos, pesados y con lagañas.

—Buenos días, Guapito, ¿Cómo te sientes hoy?

—¿Gatinho?

—Si, soy yo, ¿como estás?

Roier se fue levantando poco a poco, quedando sentado sobre la cama. Su mirada se mantenía bien abierta, ante la sorpresa de por fin despertar y ver a su marido a su lado.

—Bien, de hecho, mucho mejor— aseguró, sin poder dejar de ver el bello rostro del brasileño, quien sonrió ante esas palabras.

—¡Que bueno, meu amor!— exclamó dándole un fuerte abrazo, y soltándolo rápidamente— Supongo que no tengo que llamar a Jaiden hoy, le diré que te sientes mejor; ¡Oh! Te tengo buenas noticias, ¡Hoy no tengo tantas cosas que hacer! Puedo estar contigo hasta el mediodía si así lo deseas, y volveré al atardecer, ¿O quieres ir a hacer algo solo?

—Oh, pues...— el castaño recordó lo que había hecho la noche anterior.

Después de escribir la corta, pero reveladora nota para Cucurucho, fue hasta el balcón de flores de la cocina, y tiró dicho libro al aire, con su lugar de caída en la montaña verde en la que el castillo había sido construido, esperando que milagrosamente, el oso blanco hiciera acto de presencia. Estuvo varios minutos esperando, hasta que oyó los pasos de Cellbit por las escaleras, por lo que se apresuró en volver a la habitación, antes de que él llegara. Había quedado con Cucurucho en que se verían por la mañana. Quería estar con su esposo, pero tenía que saber la verdad.

Una verdad que podría estar ocultando a Cellbit sin saberlo.

—Tengo unas cosas que hacer en mi casa, pero volveré en la tarde para vernos de nuevo si es que puedo.

—Oh, está bien Guapito, recuerda, con lo que tú estés cómodo, ¿está bien? Yo siempre te estaré esperando para lo que quieras.

—Bueno... entonces me iré.

—¡Espera! ¿Y los besitos para cuando?

Enternecido por el pedido de su esposo, no dudó en tomarlo de las mejillas, y plantar repetidos besos sobre sus labios.

—Te extraño tanto cuando no nos vemos, Guapito— admitió Cellbit poniendo sus manos en la espalda baja de Roier, quien dejó caer su cabeza sobre su hombro, y sus manos se posaron en su pecho.

—Y yo a ti, Gatinho, ya no te vayas tanto tiempo, por favor.

—Am, Guapito, ya que estamos aquí... ¿sigues enojado conmigo por las elecciones?— preguntó; el mexicano levantó su cabeza ante la pregunta.

—Mira, Cellbit, sabes que no me gustan las elecciones, pero yo te apoyo en todo lo que hagas, lamento no haber podido estar en el primer debate, y haberme puesto así contigo, creo que estaba algo irritado, por lo del estómago— explicó Roier, a la vez que pensaba en su conversación con Jaiden el dia anterior.

𝐀 𝐍𝐞𝐰 𝐒𝐭𝐞𝐩 | Guapoduo Fanfic (𝗤𝗦𝗠𝗣) ✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora