Silencio, Paulina +18

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No le faltaba nada a las chicas para estar totalmente listas. Pau se estaba haciendo dos coletas en la parte posterior de su cabeza adentro de su litera en la wawa. Dany estaba en la pequeña sala con sus padres esperando a sus hermanas. Ale estaba maquillándose.

—Hola, preciosa.— dijiste abriendo la cortina que tapaba la cama que se utilizaba para obtener  privacidad. —Hola— respondió Pau con una sonrisa y apartando su vista hacía de su teléfono hacía a ti. Lo usaba cómo su espejo.

—Te ves muy bien— sonreíste y te le uniste en la litera. —Gracias— decía Pau entre risitas. Pau se estaba haciendo para un lado para que se acostaran una al lado de la otra, pero tu te sentaste arriba de ella. —No creo que lo entiendas, te ves realmente muy bien.— pasaste tu mano atrás de su oreja dónde todavía le faltaba recoger su pelo y le diste 5 besos en todo su cuello.

—Oh...— Pau se dió cuenta de lo que querías hacer. —Linda, aquí no, es...— la callaste con un brusco beso en sus suaves y delgados labios.

Colocaste tus manos en su cabello y comenzabas a moverlas. Ella te tomó de las mejillas y te apartó. — Está mi familia y el equipo, nos podrían escuchar.— te miró Pau fijamente.
—Entonces no harás ningún ruido.—

No dejaste que la pelirroja contestara. Empezaste a bajar los tirantes de su corta blusa, mientras atacabas sus labios. La bajaste hasta el botón de sus pantalones.

Te separaste de ella para retirar su brasier por la parte trasera y deleitarte con la vista.

Los pechos de Paulina no tenían un gran tamaño, pero no podías decir lo mismo de sus pezones...

No podías mentir, era una de las cosas que te más fascinaban de tu novia.

Te metiste uno a la boca mientras jugabas con el otro con las puntas de tus dedos. Movías tu lengua en círculos y de vez en cuándo lo mordías. Mientras apretabas ligeramente el otro.

Las manos de tu novia estaban colocadas  en tu cabeza empujando tu cabeza más hacía adentro en su pezón.

Sus pies se movían en círculos y apretaba sus dedos.

Paulina apretó sus ojos para cerrarlos y movió ligeramente su cabeza para atrás. Tus ojos se fijaban en sus expresiones, sabías que esta mujer iba a comenzar a gemir. Retiraste tu mano de su pezón izquierdo y colocaste 2 dedos adentro de su boca.

Podías ver atraves de la cámara del celular cómo hacía expresiones de placer con sus ojos y cómo movía sus mejillas.

Cuándo sentiste que sus pezones estaban lo suficientemente estimulados, sabías que era hora de lo que tanto esperaban.

Bajaste sus pantalones, su blusa de tirantes cortos, y su ropa interior hasta sus tobillos.

Paulina puso su mano derecha sobre su intimidad. — No te cubras, linda. Te quiero ver.— sonreíste levemente. Agarraste su mano y la colocaste sobre su pecho.

Abriste sus piernas lo más que se pudiera dentro de esa pequeña litera. Paulina miró hacía abajo y luego hacía ti. Estaba totalmente roja.

Esto te dió muchísima ternura. No podías estar más enamorada de esta chica. Sobaste su mejilla con tu mano derecha y le diste un largo y delicado beso en sus labios. Te dió una sonrisa con sus ojos y tu se la contestaste con una sonrisa en tus labios.

Bajaste tu cara hasta su intimidad y le preguntaste —¿Puedo?— acercando tu cara —Por favor— contestó Paulina.

Comenzaste succionando sobre su clitoris. Paulina rodó sus ojos a la parte trasera de su cabeza y comenzó a mirar hacía arriba. Abría su boca grandemente pero solo salían jadeos.

Comenzaste a hacer círculos en el con tu lengua. Ella movía sus caderas arriba y hacía abajo para aumentar el placer. Tu sostenías su cadera con una mano para poder acercarte más y evitar que las moviera para poder hacer bien tu trabajo. Con la otra tenías dos dedos adentro de su boca para evitar que hiciera algún ruido .

Paulina chupaba y mordía tus dedos.

Paulina soltaba pequeños quejidos los cuales fácilmente pudieron haber sido gemidos si tus dedos no estuvieran adentro de su boca.

La giraste 180º grados de forma de estaba totalmente acostada a excepción de sus rodillas. Paulina estaba posicionada en cuatro.

Colocaste un dedo adentro de su vagina y soltó un leve gemido. Te asustaste pero seguiste con tus dedos adentro de su boca nuevamente.

Esperaste a que se acostumbrara a el estiramiento y seguiste. Lo empezaste a mover de adentro y hacia afuera lentamente. Paulina succionaba y chupaba tus dedos cada que la volvías a penetrar.

Insertaste un segundo dedo y ella apretó las sábanas y metió su cara en su almohada. Veías cómo su cuerpo se movía para adelante y atrás y cómo apretaba las sábanas.

Movías tus dedos lo más rápido que pudieras. Paulina gemía dentro de su almohada. Podías escuchar el sonido de la madera rechinar pero eso era lo de menos.

Paulina hizo un sonido más fuerte que los otros. Simplemente miraste para abajo y tus dedos estaban cubiertos en sus jugos. Te deleitaste son el sabor y acariciaste en pelo pelirrojo de tu novia.

Dejaste que descansara del gran trabajo que hizo mientras te limpiabas los dedos y le ponías sus pantalones.

Ella se iba colocando su brasier y acomodando su blusa cuándo preguntó— ¿Por qué siempre tienes que ser dominante? —

—¿Te molesta?— preguntaste. —Oh no, para nada. Solamente me pregunto cuándo te podré complacer yo. — no contestaste y le soltaste el lado del pelo que tenía recogido. Sentías que así se veía mejor.

Paulina y tú iban saliendo de la litera por que ya casi era hora de partir a dar el show. Ayudaste a tu novia a buscar sus famosos lentes de sol plateados.

Ale se acercó a las dos y dijo en voz baja —Son ruidosas, al parecer mi hermana disfruta de ti. ¿No es así?— sonrió y se alejó lentamente.

Paulina y tu estaban totalmente sonrojadas, se miraron una a la otra y se echaron a reír.












Regresé 😻.

Perdón es q ando enculadisima de mi novia.

Gracias por el apoyoooo!!!!

Comenten ideas para futuros capítulos, puede que saque uno mañana si alguien llega a comentar.

Mi hermosa baterista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora