No. 1: ESE DÍA.

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Ya llegó el día.

Al fin es ese día.

Al fin sucederá.

Y como lo detesta, realmente odia la idea de que había llegado el día para el que su padre, Dereck, se había esmerado tanto en prepararla, y no solo a ella sino que a todos sus hermanos también.

Los seis hermanos Travis fueron preparados desde pequeños para sobrevivir a la primera prueba de todas. La primera prueba que marcaría un Antes y un Después en sus vidas. El examen de ingreso.

Es ese famoso examen de ingreso que por obligación tienen que presentar todos los hijos de ex militares debido a esa ley que dice: Todo hijo o hija de algún ex miembro de las Fuerzas Militares Unidas tienen, por obligación de nacimiento, unirse a las Fuerzas Militares Unidas, a excepción de los que padecen enfermedades genéricas o no son hijos de ex miembros.

Por obras del destino, ella es hija de un ex Contralmirante y de una ex Teniente, así que no le queda de otra que presentar el dichoso examen de ingreso, que obviamente aprobará... o al menos eso cree ella, para luego ser asignada a un área de cualquiera de las tres divisiones: Ejército, Fuerza Aérea y la Armada.

Todavía se sigue preguntando ¿por qué estudió la universidad? ¿Por qué se graduará y recibirá su título como Ingeniera Ambiental? ¿Para que se esmeró todos esos largos seis años para su carrera si al final no lo va a ejercer? Por un lado está agradecida porque así retrasó el tan esperado día pero por otro ella cree que fue una pequeña pérdida de tiempo, obviamente no creería eso si ella padeciera de alguna enfermedad que evite que se una a las Fuerzas Militares Unidas, algo que agradece mucho pero de cierta manera la desanima porque ella realmente quería hacer algo diferente con su vida pero no puede porque la ley dice que debe de unirse a las Fuerzas Militares Unidas.

Basura de ley, pensó Khloë cerrando la puerta principal de su casa.

No es la única que piensa de esa manera. La mayoría de los que presentarán ese examen en algún momento de sus vidas creen lo mismo, como sus hermanos, ellos también detestan eso pero lo único que pueden hacer es resignarse a como lo han hecho desde pequeños.

La pelinegra respiró hondo en un intento por calmar todos sus nervios pero lo logró a medias, todavía sigue sintiendo ese vacío en su estómago y algo que aprieta su garganta. Lo siente horrible pero ella puede o al menos eso quiere creer.

La noche anterior, cuando estaba empacando sus pocas cosas en su mochila, despejó su mente escuchando música e ignorando las miradas curiosas de sus hermanos menores pero esa mañana la realidad apareció de repente, como si la neblina que lo ocultaba hubiera desaparecido inesperadamente. Se tiene que ir y lo sabe.

Acomodó las correas de su mochila negra sobre sus hombros para luego exhalar aire por la boca y seguir observando la entrada de la calle de su casa, la misma entrada que lleva a la autopista federal.

Se supone que por esa autopista deberá pasar el autobús que la llevará al aeródromo militar que la trasladará al continente de Desert en donde se encuentra la Base Principal de Operaciones de las Fuerzas Militares Unidas o la BAPOFMU. Un continente que curiosamente posee la mayoría de las estaciones y por lo tanto lo hace el lugar indicado para el examen de ingreso.

Mejor dejo de pensar en todo eso. Solo caliento mi cerebro torturándolo con lo que me pasará estando allá. Realmente no quiero ir..., pensó Khloë.

Un viento sopló moviendo las hojas de los árboles que rodean la entrada de la casa, varías de las hojas cayeron por el fuerte viento, el cual también ocasionó que a todos les diera más frío de lo normal e incluso escalofríos.

TravisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora