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0.3𝖐
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la segunda liberación fue bastante fuerte para tí, estabas sobreestimulada y tu centro palpitaba y derramaba pegajosos fluidos que mojaban la cama.
-eres tan deliciosa, mi linda chica. --susurró contra tu delicada vagina. con los dedos aún dentro.
-por favor, déjame descansar.. --dijiste un poco cansada, mientras tus piernas temblaban un poco.
-no, pequeña, yo aún no he tenido suficiente. --sonrió glorioso por tu expresión, llevaste tus ojos hacía atrás mientras terminabas de acostarte en la cama matrimonial de aquella habitación de hotel. el chico se encontra en medio de una gira, justo le tocaba tu país por lo que fueron juntos para aprovechar de tener momentos en tu bella ciudad.
gemiste de sorpresa cuando la punta de su pene jugó en tu entrada, embistió y te estiró sin avisar, logrando que sintieras dolor y un exquisito placer al mismo tiempo. tu espalda se arqueó, junto a tus ojos en blanco.
el chico gimió mientras sonreía enternecido, tus labios se veían exquisitos, y ni hablar de tus apretadas y húmedas paredes vaginales. todo de ti le fascinaba. desde tus pelos revueltos al despertar, hasta tus lindos pies enfundados en lindos tacones.
sin mucho esfuerzo penetró fuertemente, logrando que la cama empezara a golpear la pared y chillara, haciendo el ambiente más caliente.
-mierda, te sientes tan bien.. --gruñó mientras atacaba tu destapado cuello, dejando marcas rojas que tardarían en desaparecer, le gustaba ver como entrabas en pánico por la vergüenza de que los demás te vieran las marcas.
poco tiempo necesitabas para volver a sentir ese molesto y delicioso nudo en tu vientre, empezaste a gemir más fuerte aún cuando la punta del miembro tocaba tu punto dulce, logrando que llegaras muy rápido a tu ansiado orgasmo, chorreando como nunca antes lo habías hecho, mojando la cama mientras tu espalda se levantaba de la cama por el intenso sentimiento que te estaba dejando. escuchaste el áspero gemido de tu novio cuando empezó a follar su mano, logrando que hilos espesos cayeran en tu vientre, cayendo por tu raja.
ambos gimieron, tú por la sensacios viscosa de su gota bajando, y él por la linda vista de su semen bajando por tu deliciosa vulva.
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