𝚄𝚗𝚊 𝚛𝚘𝚜𝚊 𝚎𝚜 𝚜𝚞𝚏𝚒𝚌𝚒𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚛𝚎𝚌𝚘𝚛𝚍𝚊𝚛𝚝𝚎..

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 8

-Los días había transcurrido desde aquella noche, una noche para el recuerdo, nuestro protagonista se encontraba caminando por las desoladas calles de la ciudad, estaba un poco desconcertado, Estos últimos días sus sentimientos se encontraban confuso y más con ese sentimientos de "culpa", ese mismo sentimientos lo hacia retroceder en el pasado, un pasado donde claramente el no quería volver, no quería Dado que era incapaz de avanzar para adelante, al no poder olvidar el pasado no podía avanzar, y al no avanzar se quedaba atorado en ese abismo sin salida..
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- "Flash back"

- Mami, Mami!

-Comento el pequeño sae viendo a su madre planchar la ropa, el chico quería jugar con ella pero su madre estaba un poco ocupada, así que ella le dio una sonrisa, una de esas sonrisas cálidas que solo las madres saben dar..-

- Mi pequeña estrella fugaz, dame 5 minutitos y voy a jugar contigo si?

-A sae se le iluminaron los ojos, asintió rápidamente y empezó a abrazar a su madre, ella era su todo, su felicidad."

-Alguien había llegado del trabajo un adulto bien uniformado, con su ropa limpia, una cara sería y unos ojos esmeraldas y en unos instantes al ver a a la mujer su mirada cambió a una de felicidad pura, dándole un beso en los labios uno lleno de amor.

- Je, cómo te encuentras mi campeón?

- Muy bien papá! Mami dice que luego iremos a jugar quieres venir con nosotros?

- Jaja. claro mi campeón "Dándole mimos en la cabeza a sae" tu madre y yo te ayudaremos a mejorar.

‐El pequeño sae sonrió en grande, y salió al patio a jugar con su balón, esperando a su madre y padre, ellos dos se veían fijamente con una sonrisa antes de hablar-

- Cielo, ¿tú crees que nuestro hijo logrará su sueño?

- Claro cariño, por que dices eso?

- Sabes lo qué ocurrió con mi abuelo, se lesionó y su carrera fue en picada.. tengo miedo, miedo de que le pase eso a nuestro pequeño campeón..

-El padre de sae se acercó y la abrazo, Haciendo que ella deje de planchar, ella lo abrazo con fuerza, un abrazo de desahogo, ella tenía miedo.. miedo de que el futuro de su hijo salga mal..

- No te preocupes, estoy seguro que nuestro campeón será el mejor jugador, y lo veremos triunfar es una promesa y lo que prometo lo cumplo, Betty.