D O C E

22 4 0
                                    

—¡EVAN! — Grito desde mi habitación sigo forzando la cerradura — ¡EVAN!.

Los pondré en contexto, me quede encerrada en mi habitación y el imbécil de mi hermano es un sordo por que llevo aquí como diez minutos, mi celular está apagado y el cargador está abajo en la sala, no se como se trabó la perilla pero necesito salir.

—¡JODER EVAN! — aporreo la puerta fuertemente con mi mano — mierda — murmuró me giro para sentarme en mi escritorio. Mi ventana está abierta por lo que los rayos del sol entran por esta iluminando la, camino hacia la ventana y miro hacia abajo no es muy alto en realidad creo que con una siga podría bajar sin riesgos de morir.

Busco por toda la habitación una soga y cuando doy con ella corro a la venta y busco donde amarrarla la amarró a una de las patas de mi cama rectificó haber si esta bien echo el nudo y me decido a salir.

Camino por las paredes con   Ayuda de la soga cuando estoy serca del piso salto callen do sobre mis pies camino hacia mi casa y giro la perilla.

Todo esta en silencio por lo que deduzco que estoy sola suspiro caminando por la sala de estar buscando mi cargador suelto un jadeo cuando lo encuentro. Me giro sobre mis talones y subo las escaleras en dirección a mi habitación.

Giro la perilla y esta no cede — mierda— murmuró bajo denuevo las escaleras mientras busco la llave de la puerta, camino ala cocina y abro los cajones buscando donde mis padres guardan las llaves

— aparece — digo y sonrió cuando la encuentro subo prácticamente corriendo y abro la puerta hago una nota mental de decirle a mi papá que revise la puerta pongo a cargar mi celular el timbre de la casa suena y yo salgo de mi habitación.

Este vuelve a sonar con más insistencia — voy— digo y abro la puerta.

Alexis esta del otro lado su respiración es algo agitada como si hubiera corrido los cabellos se le pegan a la frente y sus ojos están rojos y hinchados como si hubiera llorado por mucho tiempo.

—Alexis ¿que ha... — no terminó de pronunciar las palabras cuando alexis rompe toda distancia entre nosotros y me estrecha entre sus brazos tardó unos segundos en responder el abrazo logró sentir como su corazón late con rapidez. Y lo escucho soltar un sollozo

— shh.. Todo estará bien — digo dejando caricias en su cabello

—¿ que paso alex? — digo suave alexis se separa de mi sorbiendo por la nariz —¿ puedo pasar?, adentro te cuento — dice yo asiento dejándole espacio para que entre.

Alexis entra y toma asiento en una de las sillas del comedor yo lo veo y noto unos golpes en sus manos ahora están de un tono violáceo y verde confundía me acerco a él y me siento al frente. — ¿ toma un vaso de agua? — digo extendiendo le un vaso de vidrio. Escucho a alexis murmurar un gracias

Por lo que parecen largos minutos alexis solo dispone a mirar con curiosidad mi sala yo solo espero paciente a que hable — yo... Necesitaba salir y nicholas no esta aquí en pueblo — dice yo asiento — espero que no te moleste mi presencia — yo niego con una sonrisa — no me molestas al contrario me gusta que estés aquí — digo ignorando lo rápido que late mi corazón.

Miro con detenimiento a alexis.
Su oscuro cabello está despeinado como si hubiera pasado muchas veces sus manos por este, sus ojos azules se ven cansados y bajó de estos hay unas marcas oscuras prueba de que no a dormido muy bien.

— ayer fuimos al doctor — dice rompiendo el silencio que se había instalado entre nosotros— tengo cáncer — lo miró asombrada y al mismo tiempo asustada.

— ¿C-cáncer? — alexis asiente.

— mierda, nisiquiera se por que te lo estoy contando tu nisiquiera me debes considerar tu amigo — dice escondiendo su rostro entre sus manos, yo niego y quito sus manos — no alexis, me importas y mucho y agradezco que me tengas la cabeza fianza de contarme esto.

UNA ÚLTIMA ESPERANZA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora