Nuevo mejor amigo

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Mischa descansaba sobre el saco de dormir que su padre adoptivo, el señor Campbell, arrojó al atico la noche anterior al borde de un ataque de ira, tenía la leve sospecha de que habia sido porque el bebé de 2 años que habian adoptado resultó ser un adolecente con problemas de alcohlismo y quizas la situación no hubiera sido tan tensa si no hubiera besado a su madre adoptiva a manera de saludo, "Sí, yo también me hubiera molestado" pensaba el castaño mirando al techo.

No quería ser negativo y mucho menos llevarse mal con sus nuevos tutores legales, creía que era normal que estuvieran molestos despues de algo como eso, habia llegado justo en la puesta de sol y quizás solo necesitaban consultarlo con la almohada, tuvo suerte de que siquiera se molestaran en no dejarlo dormir directamente en el piso, aunque esperaba que eso de dormir con el estomago vacío no fuera algo frecuente.

La puerta del ático se abrió sin aviso y se asomó la mirada nerviosa de la señora Campbell.

—... Buenos dias, Mischa... querido...— Se notaba que a pesar de su incomodidad, esa mujer intentaba ser amable para no hacer la situación mas tensa de lo que ya era.

—¿No acostumbran tocar la puerta aquí en Canadá?— Respondió el menor con sarcasmo sin quitar la vista del techo.

—Cierto, lo lamento— se disculpó entrando por completo en la habitación —Mira, se que anoche las cosas se pusieron un poco feas para todos y te pido que disculpes a mi marido... Frank es un poco... "enojón", pero... lo hecho, hecho está y lo mejor que podemos hacer es intentar estar en paz, ¿no lo crees?— Todo esto lo decia con una sonrisa, para una mujer que nació y vivió toda su vida en el pequeño pueblito de Uranium, era la unica forma que se le ocurria para enfrentar la situación.

—... ¿Les dijeron que no podian devolverme, no es así?— Preguntó el ucraniano sin rastro de sorpresa o duda real.

—... Eso no es importante— dijo la mujer cambiando de tema al verse descubierta por el castaño —Lamento que hayas tenido que dormir en el piso... del ático, no tenemos camas extras y pues ya sabes, solo compramos una cuna... será solo hasta que podamos comprarte una cama ¿Sí?— Dijo aun con aquella sonrisa.

—Sí, está bien— Respondió el menor queriendo acabar con la platica pero su nueva "madre" era alguien que no cierra la boca pronto.

—Esperaba que tal vez pudieras explicarme que fue lo que pasó durante el proceso, no es por nada, solo no logro entender como confundieron a un bebé con un adolecente...—Dijo la mujer intentando sonar lo mas natural posible.

—No fue una confusion como tal, mi madre cambió mi certificado de nacimiento porque sabia que nadie adoptaria a alguien de mi edad— Contestó muy tranquilo, sabia que, al menos por ahora, podria hacer y decir lo que quisiera pues servicios infantiles tenian a los Campbell en la mira, algo comun en los primeros meses de adopcion, después de un tiempo les importa una mierda lo que pase con ellos.

—Eso es... interesante— Dijo la mujer con incomodidad —Mira, podemos hacer ésto funcionar, solo... ten paciencia con nosotros ¿sí? No teníamos ésto mentalizado—.

—Yo lo entiendo, créame, ni ustedes ni nosotros queríamos ésto— Dijo con un tono más a la defensiva.

—¿Quién es nosotros?—.

—Mi mamá y yo... No importa— Dijo volviendo a recostarse esperando que la señora Campbell leyera el ambiente y lo dejara solo.

La mujer notó que Mischa ya no quería hablar más y aunque le intrigaba saber que pasó con su madre biológica, ambos querían salir de ese momento incómodo de inmediato; Se levantó del suelo y se dirigió de nuevo a la puerta por dónde entró.

Ride The Cyclone | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora