—¿Realmente esperan que reconozca... ésto?— Preguntó el forense incrédulo apuntando al montón de cabello rubio, carne, hueso, dientes, fluidos, cartílagos y algodón de azúcar que intentaba sin nada de esfuerzo ser una cabeza humana.
—La cabeza de la pobre chica fue arrollada por el vagón de la montaña rusa, chocó con varios de los escombros de las vías y cayó en la máquina de algodón de azúcar dónde un montón de perros callejeros comenzaron a masticarla, si logras dar con la identidad de ésta chica, te ganarás el cielo amigo mío...— Intentó animar a su compañero.
—¿Porqué no solo esperar a que reclamen el cuerpo?— Cuestionó el médico.
—Han pasado 2 días y nadie ni siquiera se ha molestado en preguntar por la sexta víctima del Cyclone, si nadie viene y no descubrimos la identidad de ésta joven, tendremos que identificarla como otra Jane Doe— Respondió.
En ese momento, una de las pasantes del lugar tocó a la puerta y respondió el asistente.
—Vienen a reclamar el cuerpo...— Fue lo único que dijo.
—... Qué me parta un rayo...— Susurró el forense, la vida suele ser tan oportuna.
En cuestión de minutos, el médico estaba hablando con una mujer anciana desconsolada.
—¡Pensé que solo se había escapado de casa, ella siempre lo hace! ¡Pero mientras hablaba con los padres de las demás víctimas en el hospital y mencionaron lo emocionados que estaban los niños de que mi nieta los acompañara, me asusté!— Explicó la pobre mujer entre sollozos.
—Señora, tengo que advertirle, el cuerpo está en condiciones... horrorosas... y yo no suelo usar esa palabra...— Dijo con la poca calma que tenía.
—¡Necesito saber lo que le pasó! ¡Mi viejo corazón sufrirá más sinó sabe su paradero, por favor! Por favor...— Le rogó al médico.
Llevaron a la anciana señora Lamb hasta la sala en dónde se encontraba el cuerpo, la pasante estaba detrás de ella en caso de que se desmayara o algo, el forense destapó el cuerpo empezando por los pies, para que el impacto no fuera inmediato, la pobre mujer temblaba mientras se mordía los labios para contener ese dolor tan grande, pero cuando el médico descubrió la cabeza de la menor, su abuela gritó al ver semejante daño, pero lo supo de inmediato, esa era su nieta.
—¡¿Porqué?!, ¡¿Porqué, Dios mío?!, ¡¿Mi niña porqué?!— Gritó y lloró mientras se apoyaba en la pasante, se le iba el aire y se le bajaba la presión, era demasiado que soportar —¡Mi niña hermosa!, ¡Mi pobre bebé!, ¡¿Qué le voy a decir a sus padres?!— Gritaba a todo pulmón sintiendo un terrible dolor en el pecho, la pasante y el asistente intentaban consolarla, pero la única opción en ese momento era dejarla llorar hasta que se cansara.
—Bueno, eso lo resuelve... Penélope Savannah Lamb... Dios la tenga en su divina gloria...— Dijo antes de volver a cubrir el cuerpo.
Mientras tanto en un teatro mágico en el rincón más oscuro del plano astral, Penny Lamb estaba sentada en una esquina, la ropa que llevaba, anteriormente blanca y gris, estaba completamente empapada en sangre que seguía brotando de su cuello, pero a ese punto ya le daba igual, solo estaba abrazada a sus piernas con la frente en las rodillas, lamentandose y a la vez fastidiada escuchando a Ocean alegar cuanto merece volver a la vida mucho más que el resto.
—Ricky... Yo te metí en el coro... y ni siquiera podías hablar... Accesibilidad para todos— Dijo la pelirroja sin siquiera mirar al chico a los ojos, estaba más concentrada en convencer al público imaginario que tenían.
—Sí y luego morí en esa montaña rusa... gracias, por cierto— Respondió con sarcasmo, lo que Ocean ignoró por el bien de la poca dignidad que le quedaba y mejor se dirigió a Penny, arrodillándose enfrente de ella.
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Ride The Cyclone | One Shots
FanfictionSimplemente textos que se me ocurren sobre los personajes de Ride The Cyclone y para los cuales soy muy floja para hacer una historia completa. [Es en su mayoría Perfectdolls y Noel y Ocean siendo hermanitos]