Capitulo 8

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EMMA

Tomo mis muslos y me elevo dejándome sobre su hombro, su tacto golpeó mi trasero, pegue un respingón. Tomo el final de mi falda y la bajo, había olvidado lo corta que era.

Después de unos minutos mirando su traseroC me deposito en el asiento de su auto, su rostro quedó frente a mi. Me dio un corto beso en la comisura de mis labios y cerró la puerta.

Una fuerte brisa me azoto el rostro, me arrope de nuevo con la sabana pero al aire la voló dejándome vulnerable.

Abrí los ojos con dificultad gracias a que la luz pegaba sobre mi cara, lo primero que noté fue estar en una habitación que no era la mía, y eso fue suficiente para alterarme.

Inspeccione mi alrededor, lo único que había era la cama, y a su lado una pequeña mesa de noche con una lámpara. A mi derecha había un gran ventanal, de ahí es donde provenía la brisa.

Camine y asome por la ventana más no logre ver nada mas allá de la neblina. La cerré pero un fuerte ruido en la puerta me hizo sobresaltar, vi entrar a una chica de cabello rojizo con un plato de comida y un refresco.

—Buenos días señorita, el señor Damien me pidió que le trajera esto. —informó, con un tono suave en su voz.

La inspeccione de pies a cabeza, llevaba unos pantalones de mezclilla, una blusa rosa fucsia y un delantal negro amarrado en su cintura. El color de la blusa hirió mis ojos.

Dejo el plato de comida en la cama y se retiró sin decir ni una palabra más. Pestañee un par de veces confusa. Me acerque al plato, viendo muchas frutas en el, y un licuado que parecía ser de fresa. Dude un poco, pero al final termina metiendo un trozo de sandía a mi boca.

Me limpie los labios con mi muñeca sintiendo mis piernas descubiertas, solo tenía puesto un camisón blanco que me cubría mi ropa interior. Busque por toda la estrecha habitación en busca de mi ropa o algo que me pudiera tapar mas, pero no logre encontrar nada.

Me arme de valor y abrí un poco la puerta, asome mi cabeza por el umbral, un largo pasillo recorria todas las habitaciones, salí de esta y me quedé observando, la casa era muy grande y a simple vista lujosa.

Con todos mis instintos activados camine por el gran pasillo. Tenía el corazón a punto de salirse de mi pecho, intentaba mostrarme valiente y sin un rasgo de temor en mi.

Llegue a la mitad del pasillo y podía ver lo que había abajo, una gran sala de estar y a su derecha una biblioteca con una chimenea, frente a la sala estaba un gran ventanal que daba mucha luz natural a esta y a lado estaba la puerta. A mi derecha había unas escaleras que daban hacía el piso de abajo, con mucho cuidado y tratando de no hacer ruido, baje.

Llegue a la puerta e intenté abrirla, pero estaba cerrada, me giré para ver a mi alrededor, estaba la sala y la biblioteca, a lado de los libros había otra entrada.

Trague grueso, mi cabeza había bloqueado todos los recuerdos de la noche anterior, no recuerdo mas allá de estar bailando con Stella.

Camine hacia el pasillito asomando mi cabeza, intentando encontrar una salida o algo que me ayude a salir de aquí. Después de una larga exploración, entre a lo que parecía ser el comedor, las sillas estaban perfectamente alineadas, tanto que parecía una simulación. Me detuve en una puerta que estaba en frente, tomé el pomo y lo gire viendo la inmensa cocina, esta era bastante lujosa, avance un par de pasos.

Emma [en proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora