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El portugués estaba en su habitación buscando que ponerse, sacaba cosas al azar del armario con muchísimo nerviosismo. Al girarse y ver toda la ropa, suspiró y no paraba de murmurar cabreado insultos en portugués.

Él solo quería ir con buena imágen, - y probablemente para que Pep le dijera lo bien que se veía. - Total, cogió una camisa simple, una corbata, unos pantalones de marca algo cara y se colocó un reloj en la muñeca. Se dirigió al baño y se repeinó su pelo negro con volúmen, iba bastante peinado pero se dejó un pequeño pelito suelto por la frente, como a él le gustaba tanto.

Eran las 9:15, todavía le sobraba un poquito de tiempo, aún así se sentó en el sofá y rápidamente se puso a pensar en sus cosas, como el trabajo, su vida personal, el desayuno... Pep.. joder, ya se estaba desviando y ya estaba comenzando a pensar en el catalán.

- Mourinho, tranquilo.. no pasa nada, ya te lo dije antes, es solo una quedada de AMIGOS, ¿que iría a pasar? - Pensó el mayor de edad por un momento mientras se frotaba la cabeza con la mano, como sí estuviera desesperado o algo.

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Se hicieron las 9:30 y en ese momento, el teléfono de José empezó a sonar fuertemente, esto hizo que le sacara de sus profundos pensamientos.

- ¿Diga? - Dice Mou cogiendo la llamada rápidamente.

- ¿José? Soy yo, Pep. Ya estoy abajo, baja si estas listo. - Exacto, era el catalán que lo esperaba con el coche abajo de su hogar.

- Uh-.. ¡sí sí! Estoy, bajo ya. - Sonríe aunque nadie lo estuviera mirando, pero admitía que la voz del contrario con el que hablaba le gustaba mucho, y raramente lo hacía hipnotizarse con solo escucharlo.

- ¡Bien, te espero! - Colgó el español.

José escuchó el típico sonido de cuando se corta/cuelga la llamada, y sin más dilaciones, cogió la cartera con su documentación y dinero, las llaves de casa, y salió derechito del apartamento bajando por las escaleras hasta llegar a fuera donde pudo ver desde los cristales transparentes de la puerta del inicio el español y sonrió sintiendo de nuevo un cosquilleo en su barriga.

Abrió la puerta y con las mismas, se fué rápidamente con prisas hacia Josep, en verdad tenía demasiadas ganas de verlo.

- ¡Josep! - Dice el contrario gritandole al contrario y saludandolo desde la distancia.

- ¿Uh? ¡Hey Mou! - Dice el español sonriendo incluso más alegre que el portugués y rápidamente le dió un abrazo rápido.

Cuando Guardiola dió aquel abrazo, a los dos se les paró el tiempo, aunque el abrazo durara 5 segundos solo, para ellos era eterno y ni siquiera de querían soltar.

Para José, los abrazos del catalán eran los mejores que le habían dado en tanto tiempo, ya que les trasmitía paz, tranquilidad y cariño a este.

- ¡Me alegro mucho de verte de nuevo! Venga, sube al coche. - Exclamó Pep mientras soltaba el abrazo y abrió la puerta a José como si fuera su chofer personal o algo parecido.

- Muchas gracias "siervo" - Bromeaba entre risas mientras se subía al coche.

- Lo que sea por "mi señor" - Le siguió el juego el contrario haciendo una pequeña reverencia de broma. Cerró la puerta del copiloto donde se sentaba el portugués y rápidamente se subió este, cerrando su puerta y arrancando el coche.

El viaje se hizo más o menos lento, el lugar que dijo Guardiola estaba un poco lejos del apartamento de José, aún así no importa, para los dos esos momentos de compañia valían más que el oro.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2023 ⏰

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