s i e t e

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﹆•:◦✩ ɪ'ᴠᴇ ɢᴏᴛ ᴍʏ ᴍɪɴᴅ ᴏɴ ʏᴏᴜ ✩•:◦﹆𝓈𝒶𝓎 𝓎𝑒𝓈 𝓉𝑜 𝒽𝑒𝒶𝓋𝑒𝓃 ; 𝓁𝒶𝓃𝒶 𝒹𝑒𝓁 𝓇𝑒𝓎

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Mi mente daba vueltas. Mis pensamientos iban y venían. No podía ni siquiera formular un pensamiento completo cuándo otro llegaba a interrumpirlo. Me sentía tan abrumada y llena de dudas, ¿qué había hecho? ¿por qué lo hice? ¿estuvo bien? ¿estoy mal? ¿ella está bien?

Habían pasado un par de días desde que estuve con Ellie, había vuelto a vivir al garage de Joel y planeaba mudarse a su casa. Me alegraba por ella, podía verla sonreír más seguido, no sé saltaba sus comidas y platicaba con más gente. Pero me sentía atrapada, sentía que no formaba parte de lo que estaba sucediendo, sentía felicidad y a la vez un vacío enorme. ¿Qué había hecho? esa pregunta no me dejaba dormir en las noches.
Estar con Ellie de nuevo había sido absolutamente y jodidamente increíble. Sentirla cerca, sentir sus labios, su piel; sabía dónde y cuándo tocar, sabía cómo hacerme sentir bien, sabía y conocía cada parte de mí. Me sentí completa y cuándo caí en la realidad volví a destruirme.

— Hey. — escuché. Mi mirada siguió clavaba en la cripta de Joel. — Está mojada la tierra. — siguió.

Había estado lloviendo los últimos días, estaba sentada en un pequeño charco de lodo. Mi overol y converse estaban llenos de tierra.

— Sí. — contesté. — Llovió en la mañana.

Billy se sentó a mí lado, golpeó levemente mí pierna con la suya pero no moví mi mirada. No quería.

— ¿Cómo estás?. — preguntó.

— Bien.

— Existiendo, solamente. Por lo que veo.

— Siempre has sido muy bueno leyendo mis emociones. Sin hablarte ni siquiera. — dije, él rió.

— Parece que algo te molesta.

¿Estaba molesta? ¿eso es lo que sentía? tantas emociones corrían por mí mente, ¿tenía que elegir una? no sabía. La realidad es que no lo sabía.

— La castaña te vigila siempre. — dijo, sacándome de mis pensamientos. Levanté la mirada de la cripta y ahí estaba, recargada en el barandal del cementerio. Sólo se mordía las uñas, su mirada estaba perdida en la gente que pasaba cerca de ella.

— Desde que llegó. — contesté, mirándola.

— ¿La quieres?. — preguntó, mi mirada fue hacía él.

linger ; ellie williamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora