Dueño

132 12 0
                                    

Los días pasaban bastante rápido, Fiat se sentía cada vez peor, ahora no se  lastimaba más, pero esta vez había dejado de comer y había descuidado su limpieza.
Para intentar evitar aquél sentimiento horrible Fiat empezo a tener varios novios y así, cada noche era un hombre nuevo, Fiat se entregaba con cada uno de ellos porque lo único que lo hacía evitar aquél sentimiento era acostandose con alguien...

Leo al poco tiempo se enteró enteró de que su gatito ya no era el mismo de antes, él había cambiado, su inocencia ya no estaba, su mirada tan tierna y adorable tampoco, lo único que se veía ahora en su mirada era sensualidad y algo de soledad.Era obvio que Fiat ya no era el pequeño niño de siempre, esta vez... Había cambiado.

Leo se sentía como la peor persona que pudo haber existido, se sentía culpable de todo lo que le había pasado a su gatito, no soportaba más la culpa y el dolor interno que tenía, Fiat no era el único que sufría en la situación, sino, Leo también, enterarse de que cada vez Fiat era tocado y manoseado por hombres distintos cada noche lo destrozaba por dentro...

Una noche Fiat había conocido a un hombre bastante atractivo en un bar con el que salió un rato...

-Me enteré lo de tu dueño-

Fiat:¿Y que?

-Deja que yo sea tu nuevo dueño gatito.-

Fiat:Soy independiente, no necesito un dueño.

-Vamos gatito, el te abandonó, te dejó como si nada.-

Fiat intentó no soltar el llanto, el sabía que si lo hacía iba a verse como un idiota al llorar por alguien que ya no está.

-¿Que dices gatito? Yo te cuidaré, te amaré, y te daré todo lo que quieras, sólo dejame ser tu dueño.-

Fiat no dio respuesta y sólo se retiró de aquel bar...

Cuando volvió a su hogar el solo tomó la almohada y se recostó en ella para empezar a llorar y recordar varias cosas que habían pasado en su vida.

Fiat:creí que me habías abandonado.

Leo:Nunca lo haría, ademas, eres mi gatito, no me atrevería a hacer tal cosa como esa.

Fiat:*Llora* Leo... Leo.-Mientras lloraba decía el nombre de su dueño, Fiat lo amaba demasiado, y no como su dueño o amigo, era algo más.

Fiat esos días no dejaba de pensar en su dueño, el lo amaba, lo amaba con todo su corazón que estaba roto, pero a pesar de todo, lo amaba, lo uncico que quería era volver a verlo, volver a escuchar su voz, volver a sentir su aroma, volver a estar con él.

Fiat se sentía sólo y vacío sin su Leo, el era el único que lo hacía feliz, el era el único que calmaba cuando se sentía mal, el era el único que lo relajaba cuando rascaba detrás de sus orejas...

Fiat lo único que quería... Era a Leo de vuelta, desde que el tuvo trabajo, su relación no volvió a ser la misma...

GatitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora