¿Destino o casualidad?

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Capítulo 1


Nada existe por el azar

todo tiene una causa y si tiene una causa

estaba predestinada a existir

desde el momento en que la causa surgió

Corro de un lado hacia el otro, el tiempo no se detiene y el bus esta por llegar. Tomo mis zapatos, salgo de mi habitación en calcetines y llego a la cocina a prepararme, aunque sea, un sándwich. Nuevamente se me ha hecho tarde, ya tengo muchas faltas y aunque no afecten del todo a mis notas, debo dejar de jugar hasta tan tarde en mi consola, pues esa falta de sueño provoca que no preste mucha atención durante las clases, además, mis padres han decidido darme un ultimátum.

Castigarme un mes entero sin mi consola.

Así que aquí estoy, maniobrando con torpeza mientras intento ponerme los zapatos, al mismo tiempo, en que intento prepararme un "desayuno" sin terminar manchando el uniforme.

Termino de preparar el sándwich, lo meto a mi boca y, mientras termino de abrocharme los zapatos, escucho el autobús llegar.

Tomo inmediatamente mis cosas y corro hacia la entrada, abro la puerta y al salir, sin querer la cierro de golpe, provocando un fuerte sonido que me preocupa, pues bien sabia, que mis padres ODIABAN que azotáramos las puertas. Ya no tenía tiempo, llegaría tarde si no tomaba el autobús ahora mismo, total, recibiría sus sermones una vez que regrese de la escuela.

El día trascurrió sin ningún inconveniente, no tuve ninguna falta, platiqué con mis amigos, obtuve buenas notas... que mal que al llegar a casa me recibieran con regaños por una tonta puerta.

En fin, ahora mismo voy de regreso a mi casa, perdí el autobús ya que se había ido antes, por lo que no tengo mas remedio que caminar, no me disgustaba y tampoco es que viva muy lejos, pero esto solo causaría que llegase un poco más tarde y se añadiera otro regaño al que me esperaba. Vaya suerte la mía.

Caminando entre las calles, un ave capta mi atención. Era hermosa, con colores muy llamativos. Vuela por encima de mí, la sigo con la mirada y en un edificio algo logra distraerme, pierdo de vista a aquella hermosa ave. Detengo mi andar, intentando enfocar qué era lo que había en la cima de ese lugar. Siempre he tenido muy buena vista, por lo que no se me dificulta ver que era aquello que había atrapado mi curiosidad...

Cuan grande fue mi sorpresa, al entender que, en la cima de aquel edificio, alguien se encontraba parado muy cerca de la orilla.

No tuve que pensarlo, inmediatamente corrí, mi corazón se aceleró, la preocupación y el miedo me recorrió. Tenia que ayudar a esa persona, impedir que cometiera alguna tontería. Amo la vida, por lo que ver a aquella persona dispuesta a terminar con la suya, me impulso a querer detenerle, intentar ayudarle, hacerle saber que hay mucho por que vivir. Llámenle como quieran, pero algo dentro de mi me decía, me gritaba, que se trataba de eso.

La entrada principal esta bloqueada, no había signos de que pudiese abrirse, ese lugar está abandonado, entonces ¿Cómo rayos, hizo para entrar? La desesperación me invade, temo no llegar a tiempo.

Entonces lo recuerdo, sí, la puerta trasera.

Corro hacia la parte de atrás del edificio y, en efecto, aquella puerta estaba ahí. Rápidamente la abro, me cuesta un poco, pues debido al tiempo se encontraba en muy mal estado. Una vez adentro, frente a mi se encuentran las escaleras mas largas que he visto en mi vida, casi en completa oscuridad, apenas entrando la luz natural del exterior. No puedo perder el tiempo ¡debo llegar, ahora!

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