Porque el amor cuando no muere, mata... Porque amores que matan nunca mueren.
Joaquín Sabina
Sentada en un rincón de mi habitación, sigo llorando por la única persona que tiene mi corazón en un cajón... Lo tiene guardado para sacarlo de vez en cuando... Para jugar un rato en su tiempo de descanso...
Nunca antes me habían echo tanto daño... Ya no es solo tristeza lo que hay en mis venas... También hay rabia y odio hacía lo que una vez quise...
Perdí la cuenta de cuantos días llevo sentada en el mismo sitio recordando esos días de risas contigo... esos días donde la felicidad existía por primera vez para mí...
A veces te odio y otras te quiero... Me decías vida mía... me decías que me querías y te creí... En realidad mentias, solo querías jugar... Yo te decía que no quería ser una más y tu me engatusabas diciendo que yo no era como ellas... que tenía una mirada especial... que te habías enamorado de verdad... Odioso galán...
Te hacías pasar por mi mejor amigo... Pero era mentira, como todo lo que dices por esos labios... esos labios gruesos de caramelo... Cuando me acercaba a ellos, el mundo se paraba en seco... Solo estabamos tu y yo... Tu y yo acariciandanos sin ningún pudor... Me hacías vibrar cuando pasabas tus dedos por mi espalda desdunada... Cuando me susurrabas al oido que jamás me dejarías ir... Cuando me acariciabas el pelo mientras me besabas con delicadeza el cuello...
Y ahora, cuando recuerdo esos momentos no puedo evitar lamentar tu ausencia...Y soy culpable... culpable por haber aprendido a querer... por haber escuchado tu voz ... y culpable por haberte querido y darte calor... culpable por no ver tus intenciones desde un principio...
Prefería creerme la mentira a ver la realidad... La relidad de esas noches de falsedad... de puro dolor en estos momentos...
Tus besos era un postre para mí... Me sabían a gloria y los míos a ti te sabían a vida... O eso es lo que decías... Te pasabas horas y horas acariciando estos labios que pronuncian te odio cada vez que te veo... Estos labios que te daban vida cuando tu te estabas pudriendo... Pensé que podía salvar lo nuestro, pero fui tonta... No se puede salvar algo que ya tiene un punto y final y no tiene continuidad...
Y sigo llorando por alguien como tú... Trastocaste mi mundo dejando cicatrices que no se borrarán tan fácilmente como te piensas... Lavo esos recuerdos con sangre y lágrimas pero me hacen más daño... Me hacen daño como el filo de las cuchillas que paso por mi brazo cuándo estoy a solas llorando...
La locura que llena mi alma esta acabando conmigo... Tú y solo tú sabías hacerme reír... Conocías cada lunar de mi cuerpo... Te entretenias contandolos en esas noches de pasión a la luz de la luna... Yo era tu caperucita y tu mi lobo... El lobo que logró su propósito... El lobo feroz se comió a caperucita tras haberse disfrazado de la abuelita... Tan dulce ella y tan malévolo el personaje que la interpretaba...
Me he vuelto loca, llevó demasíado tiempo llorando...apenas tengo fuerza para levantarme... Pensaba que estaba hundida... pero sin duda tu me dista la última estocada... Sí esté era tu intención, te felicito... Ya no volveré a creer en lobos... Ni en principes, ni en sapos y ni en héroes... Me tengo a mi, solo a mi... Ahora soy yo la que se da las caricias en las noches de tormenta... Y aun que intente parcerme a una piedra, se que por dentro soy un cristal roto...
No existe maquillaje para tapar el moratón que llevo en el corazón... Y mientras me repito una y otra vez que esto no ha pasado... Que mi lobito bueno no ha jugado conmigo, veo como se esta camelando a otra Caperucita... Y esta, libre de pecado, cae en su juego repitiéndose así el cuento de nuevo...
Ya son 365 días los que llevo deshojando margaritas negras... Me quiere o no me quiere... repito una y otra vez mientras me voy arrancando pedacitos del corazón, ahora negro como el carbón...
Ahora me miro al espejo y este lejos de contestar me manda un cruel reflejo... En este tiempo descuide mi corazón, no lo peinaba, no lo maquillaba...
Ahora prefiero estar sola , que mal acompañada... Y haciendo esto,sin querer, doné mi vida al dolor...Dolor que me arrancó la piel y aceleró mi reloj...
Maldita esa boca que dijo no quererme más... Pregunté, pero el seguro del corazón no cubre este tipo de daños...
Es cuestión de tiempo que olvide estés momentos... Es cuestión de tiempo de que por mi boca, ya no salgan más lamentos...
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Esta, es mí enfermedad... 17 y sumando...
Teen FictionEn esta historia, no hay amores imposibles, ni príncipes azules que salvan a la princesa en el momento aportuno... Tampoco hay dramas sacados de películas, libros o series ... Y lo más importante, no aseguro que esta historia vaya ha acabar con un f...