Capítulo 4

162 24 50
                                    



El museo esta totalmente lleno, el aglomerado son personas de clase alta, con trajes y vestidos de gala, el artista de la exposición es Karim.

En su larga existencia, hay algo que puede decir con total seguridad, lo que más aprecia de la humanidad y su mortalidad, es su arte, esculturas, pinturas, escritura, música, arquitectura, el ingenio de los inventores y descubridores, ese don con el que pocos nacen y logran trascender cientos o miles de años.

Karim es tan hermosa como sus bocetos, piel clara, cabello oscuro como el carbón, ojos almendrados, facciones finas, cuerpo frágil y sonrisa discreta, como otras vidas su atención debería estar solo en ella, pero esta vez, en un cuadro pintado de hermosos girasoles, puede ver a Krist, con su cabello largo, color castaño claro y sedoso, caminado tranquilamente mientras el viento juega travieso recorriendo esa piel nívea...

- ¿Le gustan los girasoles? – Los ojos atípicamente rojizos se posan en la dueña de voz dulce.

- Son unas flores que tiene una fascinación y devoción por una estrella sin igual, cálida o ardiente, hermosa, deslumbrante, e irremplazable, sin ella no habría ni un solo mundo.

- ¡Wow! Ha hecho que se erice mi piel.

- Es usted una gran artista, no cualquiera logra captar tanta belleza.

- Gracias, me siento muy halagada. ¿Me dejaría pintarlo?

- ¿A mí?

- Si, me gustaría inmortalizar su magnificencia.

- Me temo que voy a negarme.

- ¿Qué opina de un pequeño picnic?

- ...

- Me dijeron que hay una hermosa cañada, y que no hay mejores atardeceres, que los que se aprecian desde ahí, tengo ganas de ir a pintarlo.

- También debieron informarle que la cañada es un lugar peligroso sobre todo de noche.

- ¡Oh si! me hablaron sobre los lobos, pero he leído que si encendemos una buena fogata no se acercaran.

- Existen demasiados mitos falsos, sin embargo, lo mejor siempre es evitar las zonas de peligro.

- Creo que la adrenalina del riesgo le da un toque diferente a la vida, pero a su lado, dudo incluso lobo quiera acercárseme. – El pelirrojo sonríe, en cada vida hay una cosa de la personalidad de Karim que nunca cambia, su coqueteo.

- ¡Karim! – su representante se acerca a decirle algo en voz baja, previamente saluda con cortesía al apuesto caballero.

- Debo ir con unos invitados, por favor no se vaya sin mi autógrafo y personalmente compárteme su numero de contacto.

El demonio sonríe en afirmación y se gira para seguir apreciando el arte.

- ¿Haz decido convertirte en coleccionista de cosas bellas? – La mujer mayor se para junto a él, admirando la pintura de un bosque. – Tiene talento, pero mi hogar es más hermoso.

- Siempre me han gustado las cosas hermosas.

- Mi nieto dice que en tu palacio hay una invaluable y sin igual.

- Mew nunca te miente – Ve el hada junto a la anciana que lo ignora completamente, Karim y el resto de los humanos no pueden notarlo, o distinguirlos, pero el lugar está repleto de seres mágicos, cambia formas, elfos, hadas, duendes.

INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora