Un Error Tras La Perspectiva.

Capitulo 3

Aron Anderson.

Un jueves, me toco descansar de mi trabajo, todo el día transcurrió totalmente normal. Sonó mi teléfono con una notificación, a lo cual mire la pantalla de mi celular fue una notificación de de un número desconocido. Abri directamente el chat.

"Hola soy Darla"
"Qué onda"

El miércoles, un día anterior, me levanté a las 7:00 am para bañarme y ponerme mi ropa normal antes de ir a la preparatoria. Durante las primeras clases, nuestra profesora organizó un trabajo en equipo en el cual tendríamos que realizar una exposición.

Hasta ese momento, yo no tenía un equipo.

–Yo estoy solo maestra, –dije. Mi compañera Roció apunto un grupo de 4 niñas y dijo. –A ellas les hace falta un integrante.

Me levante de mi lugar, y me hicieron un espacio en su mesa.

En la mesa estaban mis 4 compañeras, sentadas expectantes a mi llegada.

Hannah abrió la boca. –Bueno hay que dividirnos los temas de la exposición, y juntarnos un día para hacerlo porque tenemos hasta el martes de la próxima semana.

Mientras Hannah seguía parloteando, Darla hablaba de temas que no tenían nada que ver con la conversación, mostrando un poco de egocentrismo.

Mientras tanto, las otras dos, Johanna y Chelsea, simplemente estaban hablando entre ellas, como si estuvieran encerradas en su propio mundo y sin prestar atención a los demás. Tal vez estoy exagerando un poco.

Johanna me parece una persona muy seria, al igual que Chelsea, por eso no intenté iniciar una conversación con ninguna de ellas que no estuviera relacionada directamente con la exposición de clase. No estoy seguro de cómo podrían reaccionar si digo algo o hago una pregunta.

En cuanto a Johanna, puedo tener la confianza de hablar con ella, ya que compartimos clase en la secundaria. Sin embargo, no la conozco muy bien debido a que no hemos convivido lo suficiente.

Finalmente, regresé al presente, saliendo de mis pensamientos. –Todas estuvieron de acuerdo todas excepto Chelsea.

– No puedo ir a donde ustedes viven.—comentó Chelsea.

Darla, Johanna, Hannah y yo vivimos en el pueblo de Sharville, que está retirado de Little Roswell, donde ella vive.

Entonces, Darla propuso:

—Podemos hacerlo en mi casa y enviarle su parte a Chelsea.—Todos estuvimos de acuerdo, aunque no sé cómo Darla consiguió mi número y me escribió, supongo que lo investigo en algún grupo o red social.

Después de responderle a Darla, ella me escribió nuevamente:

"¿Entonces a las 5:40?"

"Sí, estaré allí en el centro. Nos vemos".

Intercambiamos algunos mensajes más sobre el lugar. Salí de mi casa, tomé las llaves de mi motocicleta y me dirigí al centro. Llegué, encendí mi celular y recibí otro mensaje de Johanna.

"¿Ya están allí?"

"¿Donde estas?"

"Estoy en una banca del centro detrás de las jardineras"

"Okay, ya te vi"

Levanto la cabeza de mi celular y la muevo de un lado a otro buscando a Johanna, pero no la encuentro, enciendo nuevamente la pantalla y llega una notificación que abro de inmediato.

"Estoy detrás de ti"

Volteo nuevamente, pero no hay nadie detrás de mí.

De repente, aparece frente a mí y me dice:
–Hola. Me rio. Me asusto.

Nos reunimos para esperar a Hannah y Darla.
No tardaron mucho en llegar, bueno, en realidad tardaron mucho.
Una vez encontrándonos, nos saludamos, subimos a las motocicletas y nos fuimos a la casa de Darla

Darla vive en una zona apartada del centro, cerca de las montañas. Su casa está ubicada en lo alto de un cerro, lo cual me resulta agradable ya que hay poca gente, pocas casas y es muy tranquilo.

Darla tocó la puerta y salió su abuela, una señora de baja estatura con marcadas arrugas. Nos saludó muy amablemente.

—¡Hola niños, buenas tardes! Pasen.—Agradecimos y entramos, subiendo hasta la habitación de Darla.

Comenzamos a hacer la introducción del trabajo y, luego de un rato, nos sentimos más cómodos y empezamos a platicar. Hablamos de temas triviales, de nuestros exs. Parece que Darla está obsesionada con su exnovio, no deja de mencionarlo como si todavía estuviera con ella. Es un poco molesto, pero supongo que es normal estar obsesionado con los ex durante un tiempo, ¿verdad?

—Literalmente lo tengo en la palma de mi mano, duramos dos años juntos, y sé que si le pido regresar, vuelve conmigo.—Darla afirmó con seguridad.

Confirmado, es una egocéntrica.

Levante las cejas nada sorprendido, ante su comentario.

–Si, todos vuelven.–Respondió Hannah.

–Johanna intervino con su comentario.

—Solo los idiotas.

Todos soltamos una carcajada ante su respuesta.

—¿Qué mierda fue eso, Johanna?.—Darla respondió ofendida.

No pasó mucho tiempo, terminamos el trabajo, bueno, técnicamente Hannah lo finalizó, mientras nosotros nos divertíamos, cantando y bailando como unos tontos.

Después de que la noche cayó de repente, Hannah y Darla tenían un compromiso con unos amigos.

–Ya me tengo que ir, es tarde. Nos vemos el martes.—dijo Johanna. Nos despedimos y me quedé con ellas.

–¿Quieres venir con nosotros a tomar algo, Aron?
.—preguntó Hannah.

Analicé la pregunta por un momento y finalmente respondí.

–No, otro día.

No acepté ya que nunca he salido con su grupo de amigos y no estoy seguro del tipo de ambiente en el que les gusta estar. Además, sería un poco incómodo para mí. No me gusta que me inviten en el último momento. Sería mejor en otra ocasión.

⚘ ⚘ ⚘

Después de que sus amigos cancelaron de último momento, Hannah propuso ir al centro.
—Está bien, nos recogemos más tarde. Ahora vamos a ver qué hacemos.

Tomamos nuestras motocicletas y nos dirigimos al centro. Fuimos a una tienda y hicimos algo similar a su plan, sentándonos en sillas que estaban en la calle para tomar algo.

Mientras estábamos sentados en las sillas de la calle, disfrutando de nuestras bebidas, comenzamos a platicar y reír.

Enciendo mi teléfono y entro al chat de Johanna. Presiono el botón de video chat.

"¿Qué tal? ¿Qué están haciendo?"

–Aquí, pasando el rato en la calle. – Estuvimos los cuatro hablando un rato, hasta que Johanna se fue y corté la videollamada.

El día llegó a su fin y, para ese momento, yo había tenido un buen día. Nos despedimos y cada uno fue a su casa.

Teniendo en cuenta que ese no sería nuestro primer encuentro de este tipo, ni el último, para mi mala suerte.