Un cordero en el pastizal

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Las desapariciones en el pueblo eran algo que ya había escalado a un punto muy inseguro,nadie estaba completamente a salvo en realidad,cada tanto una persona siempre terminaba en uno de esos carteles tan famosos que pegaban en los muros de la pequeña locación.
Por otro lado las personas dejaron de intentar descubrir la causa de esas desapariciones,todos habían entrado en un estado psicótico y egoísta,llevándolos a dejar de darle importancia al asunto preocupándose por sus propias situaciones,nada parece igual,por la noche las calles están desiertas,en el día se presenciaba una o dos personas cada tanto,nadie se atrevía a salir si no era por necesidad,por trabajo o las compras,nada más importaba.

Era la casualidad que se llevaba,muy tarde por la noche,el trabajo absorbió muchas horas de su día y ahora tenía que enfrentarse a las consecuencias. Sentía algo de miedo,no podía saber que era lo que le esperaría si se atrevía a poner un pie en la acera. Su respiración era algo pesada a comparación de la fría temperatura en esa noche tan...desesperante,tenía que mantener la calma si quería sobrevivir el camino a casa.

Respiro hondo y tomó algo de valor para comenzar a dar pasos acelerados,algo alterados,ya no le importaba,no necesitaba más de esa mierda. Fue una semana muy dura,se había roto la espalda durante el trabajo y esa iba a ser la causa de una muerte segura,no lo iba a aceptar,está noche tenía que ser suya,una noche en la que regresaría a casa sin ningún rasguño o siquiera un recuerdo amargo,no lo iba a permitir y eso estaba claro.

Se tomó un largo rato en las calles,parecía ser un pueblo fantasma en su opinión,ni siquiera recordaba el inicio de toda esa melancolía que había envuelto el pueblo como un manto oscuro y tétrico,antes era un pueblo tranquilo,nada podía molestar en ese lugar,hasta que comenzaron...la primera vez que había observado uno de esos carteles pensaba ¿Quien pudo haberlo echo? O ¿Que lo pudo haber causado? Entenderlo era algo difícil de cualquier forma.

No conocía mucho a la gente alli,más allá de haber vivido en una gran ciudad para haber terminado en ese lugar le parecía muy irreal,creía que le iría mejor en una parte más alejada de la multitud,amaba la soledad y no era muy hábil en lo social,estaba claro que eso le daría más libertad,aunque ahora se había salido de las manos,fue una gran sorpresa,ni siquiera las autoridades podían manejar el problema.

Volvió a centrarse en la acera que tocaban sus pies,ya habían pasado muchas cuadras y sentía la brisa fría del viento golpeando su rostro,sus nervios y ansiedad crecían mientras más caminaba, aunque ya estaba cerca...solo necesitaba continuar de esa forma,le traía esperanza y tal vez estaba perdiendo un poco la cordura, había sido una semana muy agotadora, probablemente era eso.

Un suspiro salió de sus labios cuando pensó en ello,quizás si,tantos carteles y el trabajo habrían tocado un punto algo sensible en su propia mente,necesitaba tomar aire de vez en cuando...
Sus pasos cesaron por un momento,respirando hondo mientras miraba las puntas de sus pies,había olvidado como se sentía aquello...relajarse de nuevo. Una sonrisa se formó en su rostro al hacerlo,cerrando sus ojos inconscientemente mientras volvía a suspirar.

Ya iban cuatro cuadras,le faltaba solo una para llegar,ya estaba mejor y sentía como si todo fuera a acabar,se sentía bien... probablemente tenía que dejar de pensar mucho y simplemente debía de centrarse en disfrutar de esos pequeños momentos que le iban a reconfortar hasta ese punto.

El calor de su hogar fue lo primero que hizo de todo valer la pena,la tensión de su cuerpo disminuyó y el cansancio aún persistió. Dejó escapar un largo y exhausto suspiro mientras se quitaba el abrigo,comenzando por desabotonar su saco,tiro con su otra mano de la bufanda para dejarla sobre el respaldo del sofá y así estar en comodidad.

La noche había sido larga y muy silenciosa...su vecindario y pueblo ya estaban en un sueño muy profundo,no había nada fuera de lo común.

La sangre goteaba a través del gancho,el sonido de pasos resonaba a través del frío en la habitación y una bolsa negra siendo arrastrada a través del oscuro suelo dejando atrás un largo camino carmesí se deslumbraba.

El carnicero tomó entre sus materiales unas grandes tijeras,sosteniendo la enorme y jugosa bolsa sin problemas dejándola sobre la mesa metálica frente a el... lentamente comenzó a cortar el material oscuro en sus manos con mucho cuidado,dejando a la vista una montaña de carne magullada y fresca con mucha sangre escurriendo por los bordes. Comenzó a buscar entre los cajones de la pequeña estantería justo a su lado...sacando un enorme cuchillo de carnicero,poco a poco y con mucha habilidad fue deshuesando la carne,dejando un hedor nauseabundo a su paso,en su expresión no había mucho en realidad...parecía disfrutar del momento.

En los ganchos del frigorífico ya se encontraban nuevas piezas, perfectamente colocadas y con cortes muy limpios. El hombre contempló su obra con mucho orgullo,dejando ver unos enormes colmillos al sonreír y a su vez soltando un silencioso suspiro satisfecho.

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                     Nada fuera de lo normal

//Carne De Cordero// Butcher WallyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora