¿Apologies? ℘

820 92 17
                                    

→¿Apologies?  Eighteen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Apologies? Eighteen.

—Te juntas demasiado con esos chicos ¿No crees? —Preguntó Derek mientras me entregaba una pastilla y un vaso con agua.

—Solo un par de veces, son agradables —Me acomodé lentamente.

—No soy quien para juzgar, pero por lo que recuerdo te llevas muy mal con uno de ahí.

Instintivamente evité su mirada, ya que sabía que intentaría hacerme decir la verdad.

—Pero por otro lado, los otros tres chicos son un amor, y lo aprecio demasiado —Tomé la pastilla y tragué, gracias al agua pudo pasar—¿Por que lo dices?

—Porque Tom está en nuestra sala de estar.

Mi cuerpo encontró que era un buen momento para causar problemas en mi garganta, lograndome hacer expulsar un poco de agua.

—¡No bromees con eso! —Reí—. Me asustaste.

—Kristen...

—Oh, no —Lo miré horrorizada—¡¿Como lo dejaron pasar?!

—Andrew no quería, pero le rogó casi de rodillas verte.

—¿No estaba borracho? —Pregunté, desconcertada.

—El chico llego en su auto, seguro que no —Se encogió de hombros.

—¡Sácalo de aquí!

—¡Mide como 2 metros y parece un maldito gangster Alemán! —Se defendió—¡Intenta tu sacarlo de aquí!

Respiré, tratando de relajarme—Bien, dile que ya voy.

Derek asintió y rápidamente desapareció, dandome el tiempo para poder cambiarme y verme más presentable.

Bajé lentamente las escaleras, cuando llegué a la sala de estar pude notar como Andrew y Tom conversaban animadamente.

—Tú amigo está aquí —Señaló a Tom.

—Andrew ¿Puedes dejarnos a solas? —Asintió y
fingió una sonrisa, al irse me hizo una señal de ; "tienes que explicarme que carajos sucede"

—¿Que haces en mi casa?

—Kristen... —Se levantó, pero rápidamente lo empujé para que se volviera a sentar, de esa manera me sentía menos inferior.

—Kristin —Hice una voz aguda—¡No puedes venir aquí de la nada! ¡Ni siquiera somos amigos!

—Dios, dejame terminar —Se cruzó de brazos y subió su pie a su rodilla.

—Continúa —Dejé caer mi mano en mi cintura, expectante.

—Bill me contó lo que pasó ayer —Observé como jugaba con su piercing del labio, parecía nervioso.

—Oh, si. Eso.

GOING TO HELL || Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora