Like a Criminal | Jake Shim (Enhypen)

Prólogo.

La tormenta ya estaba aquí. La fuerte lluvia caía sobre los tejados, casi inundaba las calles, las luces de los semáforos se reflejaban en los suelos mojados, la lluvia se escuchaba fuerte sobre mi edificio, metía una tremenda ventisca por las ventanas levantando el olor a tierra mojada que la podía sentía hasta las entrañas.
La lluvia al caer sufría combinaciones de ruido muy distorsionadas. Podía escuchar las sirenas de las patrullas y a su vez de ambulancias, quizás habría pasado algo cerca, quizá no era por aquí. Quizás ni siquiera eran ambulancias y solo patrullas.
El ruido de mis palomitas en el microondas era muy ameno al momento, ya podía olerlas y con el olor llegar a recordar el sabor.
Podía escuchar el sonido de los truenos y entre las nubes negras podía ver la luz en cada trueno.
El sonido del viento al llegar a mi rostro podía escucharlo tenuemente.
"Toc, toc, toc"
Abro sin pensarlo.
Y ahí está frente a mi con esa hermosa sonrisa, tímida y a la vez tan fuerte. Le sonreí y lo abracé, lo abracé con tanta fuerza como si me lo hubiesen quitado y esta vez había regresado.
Respiraba su loción y su belleza.
Realmente lo amaba y había dudado de su amor.
Me miró llorar. No hablaba, en su rostro se veía todo lo que quería decirme. Acaricio mi rostro y me sonrió una vez más.
Yo quería decirle que lo sentía, que lo amaba y que quería estar con él para siempre.
Con sus dedos limpio mis lagrimas, beso mi mejilla, me volvió a sonreír y esta vez me quiso decir que y se iba. No pude decirle nada, no podía decirle nada. Gritaba pero él no podía escucharme.
Se volteo y empezó a bajar los escalones.
"No te vayas" era lo único que podía pensar, pero los labios no podían pronunciarlo.
Salí de la casa y lo jale del saco gris que llevaba. Solo me miro y yo lo solté.
Comencé a gritar su nombre con fuerza, mientras mis lágrimas no dejaban de salir, mi voz se cortaba con el dolor de mi alma. Todo me comenzaba a doler.
Esta vez no encontramos nuestras miradas y lo veo irse, lejos de mi.
Abrí los ojos, por el golpe que me había dado en la cabeza al caerme del sillón. Había tirado las cosas sobre la mesita de estar.
Recogí lo primero que vi, era mi foto con él, y siendo que lo había soñado empecé a llorar, casi sin aliento. Abrace el cojín y me tire al piso por completo.
Y solo lloré cada que podía recordar su rostro, sus manos, su sonrisa, su voz y la forma en que me amaba.