Like a Criminal | Jake Shim (Enhypen)

Capitulo # 11

Jay esa semana fue muy bueno conmigo y lo siguió siendo por mucho tiempo. Al haber trabajado tanto tiempo para SungHoon le daba cierto compromiso con terminar sus asuntos.

Cuando volví a visitar a Jake, me
sentía un poco más capaz de enfrentarlo, que me dijera que había pasado.
Llegue a prision e hice los procedimientos que anteriormente me habían pedido.
Accedió a verme. Físicamente estaba más fuerte, pero tenía un fuerte golpe en los labios.
No quiso decirme nada nuevamente, se empeñó a decir que no había sido él, y es que la mitad de mis entrañas me decían que él era inocente, pero tenía que haber una respuesta real.
Esta vez le quitaron las esposas. No lo salude, solo pregunté.
-¿Que te pasó? - Me apunte hacia mi misma en el labio, pero para que el entendiera.
-Me golpearon - Se toca - Pero es lo qué hay aquí. - Se encoge de hombros.
Sentí mucho dolor, tristeza y no se si eso era lástima por verlo aquí adentro, pero no entendía las razones de su estadía aquí. Solo había pruebas reales de la policía.
-Yo no lo hice, por cierto - Se hizo el cabello hacia atrás - ¿Por que mi comportamiento tan frío? Aquí aprendes a ser así, pero yo no mate a SungHoon.
-¿Vas a salir de aquí?
-No lo sé...
Ni siquiera sabía si saldría, había tanto que resolver. Si lo hizo él ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué se negaba a decir la verdad?
-Ojalá todo se aclare pronto - Dice.
-Yo también
Lo mire unos segundos... pronto los ojos se me llenaron de lagrimas, porque estaba recordando a mi novio muerto y a su hermano juntos. Cuando SungHoon defendía a Jake de su padre o como lo consolaba cuando algo le salía mal, simplemente verlos molestarse, llego a mi mente.
Sorbí mi nariz, en un intento de sostener mis lagrimas.
-Lamento que te sientas así, pero jamás he sido un hipócrita y menos un mentiroso, yo no hice nada. Y me extraña de ti, concomiéndome que lo creas
-Jake... yo escuché a SungHoon diciendo tu nombre antes de morir cuando le preguntábamos quien lo había hecho- Se me rompe la voz-más aparte que tú tenías un teléfono que él llevaba el día que murió y qué haces aquí
Se levanta.
-Terminamos - le dice al guardia que lo había traído esta vez.
Me puse de pie y me fui sin respuesta.
Resistí la tristeza en todo el camino, al llegar a mi departamento llore, enterré mi rostro en el primer cojín que vi en los sillones.
Grite y llore de nuevo.
No era capaz de enfrentarlo y mi corazón seguía creyendo en él.
Me senté en el suelo y mi gato se acercó al verlo solo lo acaricié, lo tomé y me levanté. Fuimos a la cocina y le di una lata de aún, la puse en el suelo y me senté a su lado.
Encontraba un poco Paz en verlo comer y en lo agradecido que era de tenerme.
Me levante y me fui a dar una ducha, ya estaba empezando a sentir dolor de cabeza luego de haber llorado tanto. 

Habían pasado casi seis meses y yo visitaba a Jake casi una o dos veces a la semana.
Las noticias de la televisión en todo este tiempo fueron asquerosas, decían que Jake era hijo de otra mujer, que él y SungHoon no eran hermanos "completos", una total estupidez. Decían que su padre era un misógino y machista que abandonó a la madre de Jake cuando moría de cancer y se consiguió una amante que era la madre de SungHoon y por último que Jake estaba celoso del trato de su padre, que SungHoon iba recibir mejor herencia y la mitad de las acciones de la empresa y por eso Jake asesino a su hermano.
Habían cesado las noticias y ahora eran tendencia otras cosas, otros crímenes. Nunca señal de que hubiera otro asesino.

Estaba ansiosa por ir a prision, esto se había hecho un hábito.
Ansiosa porque debería sacarle información hoy, algo me decía que hoy sería el día.
Hice el procedimiento de siempre.

—Que haces aquí? —dijo en cuanto el guardia de seguridad lo obligó a sentarse frente a mi.
No le dije nada. Solo podía pensar en todo el pasado, en mi vida junto a su hermano.
—Si no viniste a decirme nada mejor vete—Se puso de pie.
Antes que lograra ponerse de pie por completo, lo jale de la camisa azul marino típica de recluso.
—Quiero preguntarte algo—Dije al fin.
—Si vienes a preguntar si yo mate a mi hermano, mejor vete.
Estaba muy nervioso, no podía mirarme y sus piernas mostraban ansiedad.
—No es eso...
Sus piernas se calmaron y me miro.
—Quiero que me digas qué pasó esa noche—Él frunce el ceño.
—¿Cuál noche Margot? ¿La noche que encontré a mi hermano tendido en el piso al borde de la muerte? Por favor...—se acerca a mi sobre la mesa—Ya me cansé de decirte que yo no mate a mi hermano. ¡Y no te voy a contar nada porque yo no sé qué sucedió!
—¡Silencio! —Grita el guardia desde el fondo.
—Lo siento, es que sigo sin comprender que sucedió.
—Lo que sucedió es que alguien asesino a mi hermano a sangre fría y esa persona sigue ahí afuera— se pone de pie—Ya terminamos.
Esta vez no pude decirle nada y el guardia que lo había escoltado hasta acá, se acerca y le vuelve a poner las esposas.
—Si vas a volver a preguntar lo mismo cada vez que vengas, te pido que ya nunca regreses.
El guardia solo lo forzó a caminar y el obedeció.
Me congele mirando el asiento de enfrente. En ese momento me di cuenta de que no debía de venir a acosarlo de esa forma.
No sabía en cuanto tiempo estaría libre, pero yo tenía que recuperar mi vida, al menos seguir adelante.
Emprendí mi camino a casa, no podía dejar de imaginarme cosas horribles. Saque mi teléfono y mi fondo de pantalla aun era una mi foto junto a Sunghoon donde él sonreía. En ese momento lo extrañe más de lo que lo había hecho la última semana, necesitaba dejar de pensar en Jake y lo que paso para seguir con mi vida. No podía dejar de distorsionar las cosas, solo quería dormir bien, ejercer mi maestría y continuar con lo que Sunghoon hubiese querido.
Dejaría en paz a Jake y él pagaría, si es que lo hizo, pagaría sus pecados. Estas visitas semanales terminarían hoy.
Mi taxi llego y me subí rápidamente al vehículo. Por el vidrio trasero mire lo que dejaba atrás, se me llenaron los ojos de lágrimas. Aun me preguntaba cómo podía tener lagrimas disponibles que llorar... mis ojos se llenaron de lagrimas y deje de mirar ese edificio mientras las lágrimas caían.
La pesadilla terminaría pronto...