El regreso

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Haile:
Al salir de la clínica me fui directo al aeropuerto y pague por el boleto más rápido de Barcelona a Venecia.

Gavi:
Que idiota,por qué mierda la bese y porque la corrí,pedri entro preguntándome qué había pasado y le tuve que contar.( Ya había pasado 1 mes)

Llevaba más de 1 mes fuera de la clínica  y hacia todo lo posible con mis rehabilitaciónes ya que quería jugar el clásico en 2 meses y como no era tan grave podía hacerlo.

Gavi comenzó su rehabilitación, pero se sintió como si estuviera muy atrás en comparación con los progresos de sus compañeros. Él era competitivo y le molestaba pensar que esto podría ser el fin de su carrera como atleta. Pero algo en su interior no le permitía rendirse. Se comprometió a luchar día y noche para volver a ser el jugador que siempre había sido.

Y así lo hizo. Se pasaba días y noches entrenando y trabajando duro. De vez en cuando, recibía un mensaje de texto de hailee. Él nunca le respondía, pero los mensajes le servían como recordatorios de que alguien estaba creyendo en él y esperando que lo mejor llegara. "No te rindas.despues de lo que pasó en la clínica no volvieron hablar pero aún así ella no dejaba de mandarle mensajes motivacionales a los que ella no esperaba respuesta después de todo eran "amigos".

Siguió entrenando duro. Su físico mejoró, aunque lentamente. Él seguía sintiendo dolor, pero aprendió a trabajar alrededor de él. Y entonces, un día, Gavi notó que algo estaba cambiando. Empezó a sentirse más rápido, más sólido y más enfocado. 

Algo en su interior lo estaba empujando a seguir adelante. Cada vez, sentía que estaba recuperando un poco más de su energía y su fuerza.

Un día, su entrenador lo llamó a su despacho y se sentaron a hablar. "Gavi, tu progreso ha sido impresionante. Creo que estás a punto de volver a la cancha. Creo que podrías jugar en un partido amistoso el mes que viene.

Gavi estaba emocionado. Había llegado el momento que había estado esperando. Se sentía eufórico. "¡Gracias, entrenador! ¡No voy a defraudarte. Prometo hacer lo mejor posible", le dijo. De repente, se sentía eufórico y tenía ganas de darle un abrazo al entrenador. Pero, en lugar de eso, lo miró y sonrió.

Y entonces, la fecha llegó. Gavi se preparó para su primera aparición en meses. Se sintió nervioso y excitado. Cuando estuvo en el vestuario, miró sus botas. Pensó en todo lo que había pasado. El entrenador entró y miró a Gavi. "Lo harás bien. Confío en ti", le dijo. Gavi miró a su entrenador y asintió.

Cuando salió al campo, la multitud aplaudió. Gavi podía sentir el estadio a su alrededor. Podía sentir el sonido de sus pasos sobre el césped. Se sentía parte de todo aquello. Estaba de regreso y estaba listo para hacerlo todo por su equipo. El partido comenzó y Gavi corrió alrededor del campo. Podía sentir que su energía era nueva y fuerte.

Era como si estuviera volando. Y entonces, llegó la oportunidad. Uno de sus compañeros le pasó el balón. Gavi lo controló con la punta de su zapato. Comenzó a correr hacia la portería contraria. Podía sentir a la multitud a su alrededor, gritando su nombre. Se dirigió hacia la red y lanzó el balón con todas sus fuerzas.

¡El balón fue directo a la red! La multitud se puso de pie y comenzó a aplaudir. El entrenador del equipo de Gavi corrió hacia el campo y le dio un abrazo. Gavi estaba emocionado y aliviado. Había vuelto. Había logrado algo que le parecía imposible. Su sueño de volver a la cancha se había hecho realidad.

Al terminar el partido se acercó a la afición y con lágrimas en los ojos hizo una reverencia y agradeciendo por el apoyo que le habían dado mientras el se recuperaba y salió del campo con una Sonrisa.

If only you were mine Donde viven las historias. Descúbrelo ahora