Jake nunca fue la representación andante de la pureza y sus compañeros alados lo sabían muy bien. Siempre estaba por ahí, rebosante de emoción y haciendo travesuras que tarde o temprano lo metían en problemas con Dios, que al enterarse de que se había convertido en un caído la noticia no sorprendió a nadie.
Sin embargo, lo que sí los descolocó en demasía fue cuando al momento de ser expuesto por Heeseung, el rey de los cielos, para que confesara su o sus pecados antes de ser expulsado porque sus alas comenzaron a tornarse oscuras, fue haber escuchado la palabra «lujuria» salir de los labios del ángel de, anterior a caer, orbes azul cielo y limpio cabello rubio.
«¿Lujuria por quién?»
Le había cuestionado el superior divino con su entrecejo fruncido pese a que tenía una clara idea de quién era el responsable de que uno de sus ángeles más adorados haya sido tentado. Siempre había sabido que Jake tarde o temprano terminaría cayendo, pues él tenía una afición por jugar entre los límites del cielo y el infierno, viendo pasar a los ángeles y demonios uno al lado del otro sin nunca mirarse.
Aburrido. Tenían perfectos sementales al lado y no volteaban a verlos ni de reojo.
El ángel siempre se había sentido fuera de lugar entre toda la comunidad de alas blancas y pensamientos e intenciones puras.
Le aburría tanta rectitud así que siempre estaba buscando qué hacer para entretenerse ya que Heeseung, sabiendo lo revoltoso que era se limitaba a ponerle pequeñas tareas que terminaba en cuestión de un par de horas, dejándole gran parte de su eterno tiempo libre.
Aun así, no le permitían vagar como quisiera. Lo mantenían al lado del trono de Dios o vigilado por ángeles de la Guarda para evitar que dañase a otros o a sí mismo. Hasta que él, harto de ser vigilado se escabulló de la vigilancia de Jay y Taki para apreciar más de cerca a sus vecinos de alas puntiagudas. A Jake le daban cierta risa a causa de que le recordaban a las extremidades de los murciélagos, de los cuales sabía existencia porque ya se había devorado todos los libros de la biblioteca de Dios al tampoco tener permitido bajar a la tierra desde que casi mata un par de humanos por accidente, pero ¿qué culpa tenía él de que ellos fuesen tan frágiles? Él solo había querido divertirse un poco con su asignado y la fémina que lo acompañaba, mas no aguantaban nada. Un susto de muerte al haber hecho a su automóvil casi colisionar con un tráiler no era nada, tan solo quería probar la resistencia de los humanos y nada más.
Desde ahí le quitaron el puesto de ángel de la Guarda y lo limitaron a ser uno de los acompañantes de Dios. Cantar a su costado por toda la eternidad se le hacía tan aburrido que acababa desafinando a propósito para poder irse a su alcoba a hacer «nada». Prefería eso a verle la carota a su superior y recibir miradas acusatorias. Heeseung bien podía irse a la mismísima mie...
Ya saben, no lo dejaban maldecir en el cielo.
Cuando se escabulló, sus alitas se batían ansiosas en el aire. Recibía miradas curiosas ya que todos estaban al tanto de que al revoltoso Jake siempre lo mantenían vigilado, sin embargo, ángeles ingenuos creyeron que tal vez el divino piadoso le había dado unas horas de libertad por su cuenta, aunque conociéndolo era muy probable que las convirtiera en libertinaje.
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falling • jakehoon
Fanfiction𝐣𝐚𝐤𝐞𝐡𝐨𝐨𝐧 | Sunghoon es el rey de los seres con colmillos y ojos rojos, quien fue enredado por los encantos y jugueteos de nadie más y nada menos que Jake, un ángel caído.