Episodio 1

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El Mar era silencioso, movía su cuerpo con el afán de azotar cuerpos en él, servía vida, pero no se sentia su vivir. Enfrenté de él un mundo consistente, él era flujo, pero no resbalaba con libertad, eso relataba un vacio en mi cabeza, el cómo ese silencio se volvia ruidoso, mente engañosa en vista sincera, volteé a ver el causante de aquel sonido, nada, solo el crujir de las hojas secas de aquel árbol buscando atención, jamás comprendi la vida, y justo ahora sólo deseo comprender el silencio que hace la arena entre mis pies. Habían pasado años, tal vez no tantos cómo para contar una década, pero extrañaba el aroma del té, del bochorno saliendo de una taza verde, sin dudar, extrañaba el color verde, todos juzgaban el aroma, pero ahora todos desean recordarlo.

Al final, esa voz me llamó, aun no sabia por que ella seguia aquí, conmigo, dude pero levanté mi cuerpo, me alejé de ese mar, acercándome a ella y hablé.

— ¿Haz encontrado algo?, o debo ir a revisar el perimetro de nuevo Sol

— No, no ya lo hice, no hay manera en que nos encuentren, no estando tan lejos de la base fedra, pero al amanecer debemos seguir el camino que menciono mamá

— Aun no entiendo el afán de seguir ese camino, no conocemos las adversidades que existan ahora o si él existe ahora

Nunca fui una persona positiva, o eso siempre pense, tal vez pesimista no sea una descripción sincera de mi, pero por preferencia decido creer en la realidad sin crear ilusiones. Ella solto su típico suspiro, es mayor a mi, pero al parecer es más optimista que cualquier persona que haya conocido, no por nada es mi sangre, mi hermana.

— Escucha Mar, si mamá decidió darnos este camino es por que ella sabía que hay posibilidades, asi que vamos, no desanimes por mientras, ¿Sí?

Asiento dos veces, el pensar en posibilidades, aquel sobrepensar no me ayudaba mucho, menos ahora. Decido sacar los sacos de dormir, acostada en aquel quejido de telas, deseando por un instante estar en otra situación, sin preocupaciones grandes, pero aquel quejido entre aquel árbol y sus hojas palidas no dejaba a mis parpados librar. Me desperte por un movimiento brusco, odio aquello, pero entendí al momento en que vi aquel rostro cerca de mi.

— Nos vamos —. Ella soltó, — Prepara las cosas, escuché algunos pasos, aun no se si sean de ellos o de cualquier animal pero debemos movernos

Caí entre rodillas, aun no sabia cuando iba acabar esto, perseguidas cómo presas, trastadas cómo tal, Sol cayó de mi lado, aquellas manos no dejaban de titubear entre las hojas, esa mirada que me avisaba un dolor, una perdida proxima pero sonrió.

— Te prometí nada de adversidades, pero hay veces que las promesas no buscan serlo, esperaremos un rato, ¿Esta bien?

— Sí, cálmate Sol, aqui estoy, mirame, todo saldra como lo planeas pero necesitas descansar tanto como yo, tal vez ellos...

— No, nadie es tan bueno Mar, nadie como mamá recuerdalo, esperemos a que se cansen y seguiremos, ¿Bien?

Entendi desde que su voz salio de manera cansada, suspire y mire hacía ese camino, el camino directo de mamá, sin pensar en más marchamos juntas, a par entre aquella tierra, "no habian personas buenas, no cómo mamá"

— Asegúrate de buscar lo necesario

— Siempre me dices lo mismo y nunca te he desobedecido, solo por aquella barra de chocolate

— Esa barra nos costo semanas de viaje y aun lo ves como diversión, eres de no saber Mar

Extiendo mis labios entre punta y punta, nada mejor que ello. Algunas provisiones, tornillos y aquella venda que encontre entre esos cajones llenos de telarañas, regreso a donde estaba ella y extiendo mi brazo.

— Esta vez fue más que cualquer barra de chocolate, nunca dudes de mis habilidades

— Ujum, nunca lo hice sólo que aveces... desquicias mi paciencia

Un chasquido hizo a mi sonrisa caer, la memoria muscular empezaba a trabajar, corremos hasta donde aquel ruido no sea inmerso, temor no habia, sólo aquel sentimiento de enojo, otra vez recordado lo que vivo. Sono la voz de mi mayor.

— Entra por aquella ventana, te dare las cosas y...

— Esto ya lo has hecho, no lo haras otra vez, no conmigo, piensa más, podemos pensar más

— Mar no es decisión unánime, es estrategia, haz lo que te mencione, bajas si no hay problema y, cuenta los segundos y te seguire, ¿Okey?

Un maratón, mis piernas habian sufrido más que cualquier casador en busca de un alce, salí, toda palabra dicha la elabore, ella llego segundos despues, otra vez aquella recompensa, pero no se sentia cómo tal.

El tiempo era remoto, pero no consistía entre dar la vida por una que no se sentia viva.

Nothing's Gonna Hurt You, Baby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora