El líquido claro del licor cayó a borbotones, salpicando descuidadamente los dedos de Baek Cheon que sostenía la taza e incluso la mesa. Chung Myung ni siquiera pareció notarlo.
Baek Cheon suspiró, tomando la taza donde originalmente había servido té e hizo una excepción, tomando un largo trago antes de que pudiera arrepentirse.
Cada día caía más bajo junto al Monte Hua.
—Bebe, bebe, Sasuk.
Junto a las palabras de aliento, los oídos de Baek Cheon se tornaban lentamente rosas a juego con el suave sonrojo en el rostro de Chung Myung.
—¡Pah!
La taza golpeó la mesa con un pequeño sonido.
—Muy bien, ¡otro!
El alcohol volvió a ser vertido hasta que sólo las gotas se aferraron a la boquilla de la jarra. Chung Myung parecía decepcionado, mirando con arrepentimiento el alcohol siendo consumido por Baek Cheon.
Baek Cheon dejó escapar una fuerte exhalación que olía a ciruelo agridulce. Su columna siempre erguida parecía haber caído un poco, inclinándose sobre la mesa.
—Ya bebí, mocoso, ahora tienes que escucharme.
—Bien, bien, pero deberíamos disfrutar de la comida antes de que se enfríe.
Baek Cheon frunció el ceño, mirando el pollo como si lo hubiera ofendido personalmente, quizás estaba siendo un poco infantil. Rápidamente tomó una pieza, masticando con más fuerza de la necesaria, escupió el hueso y dijo—: Ya comí. Ahora hablemos.
Pero Chung Myung ya había comenzado el proceso de aspirar todos los platillos frente a él, ignorando cualquier intento de una conversación ociosa.
—Haaaah.
Con un suspiro, Baek Cheon se cruzó de brazos sobre la mesa, recostando su cabeza sobre ellos. Miró a la persona de él, relajando lentamente sus facciones, la ternura desbordando de sus ojos.
«Vine específicamente hoy, ya que siempre estás tan ocupado.»
Jugó distraídamente con el borde de la taza, pasando el pulgar por el borde de las grietas.
«Los discípulos dan vueltas a nuestro alrededor, ni siquiera se dejan extrañar.»
Suavemente, cerró los ojos, dejando que el sentimiento de calidez lo arrulle.
«Cada vez que mis pensamiento se detienen en él, el impulso de sonreír es demasiado...»
El golpe de la cerámica contra la madera lo puso alerta, alzando la cabeza de entre sus brazos.
Chung Myung ya lo estaba mirando, un poco desinteresado. Su concentración estaba en sacar un pedazo de lechuga de entre sus dientes con un palillo.
«...»
La ternura en sus ojos murió, dejando sólo una expresión en blanco.
«Chung Myung-ah... A veces parece que te haces difícil de querer a propósito.»
—Entonces... —arrastró las palabras— ¿Había algo que Sasuk quería decirme?
—Haaah... Sí...
«Ahora mismo no lo estás haciendo fácil, bastardo.»
Baek Cheon se aclaró la garganta y enderezó su postura. Luego, contemplativo, se puso de pie, rodeando la mesa para sentarse al lado de Chung Myung, además de estar situado convenientemente cerca de la puerta.
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Un trago de coraje
Fiksi PenggemarEste es el nuevo intento de Baek Cheon de confesar sus sentimientos menos que platónicos a Chung Myung.