"Mi amor..." Una voz masculina susurró roncamente en tu oído, los labios besando suavemente tu piel a su alrededor. Tu cuerpo fue tirado hacia atrás suavemente, apoyándose en un su pecho firme y fuerte.
"Te he extrañado."
Suspiraste, reclinándote para descansar felizmente en el abrazo de tu amante mientras continuabas lavando los platos en tu hogar compartido. Él sonrió y te miró con una mirada amorosa en su rostro, susurrándote dulces palabras al oído. Sus grandes manos se plantaron con seguridad alrededor de tu cintura, acercándote a su cuerpo ansioso.
"Yo también te extrañé, amor. ¿Ya terminaste tus deberes de hoy?
Él se rió entre dientes, y escuchaste el sonido reverberando en todo su pecho haciendo que todo su cuerpo temblara. Una de las cosas que amabas de este hombre era cómo cuando se reía todo su cuerpo se estremecía de risa. "Tal vez no todo, pero incluso los ancianos como yo necesitamos momentos de relajación".
"... Te escabulliste, ¿no?"
Su cuerpo se puso rígido al escuchar tu audaz acusación mientras se reía con un toque de nerviosismo en su tono. Frotó su cara en tu cuello a pesar de tus risitas para que se detuviera debido a la sensación de cosquillas.
"Por supuesto que no, mi amada. ¿Por quién me tomas?
"Un holgazán". Respondiste casi de inmediato haciendo que soltara una pequeña risita. "Esta no es la primera vez que haces esto después de todo. ¿Los constantes regaños de Fu Xuan han fallado cada vez para hacerte entrar en razón?"
"Qué malo de tu parte, querida. Lady Fu se esfuerza demasiado para comprender que incluso los líderes como ella merecen momentos para relajarse. Simplemente me estoy tomando un tiempo para recargar mi energía con mi amada.
Seguiste lavando tazas y sartenes y resoplaste.
Las palabras dulces no te permitirán escapar del regaño masivo que estás a punto de recibir, amor... Además, no creo que Fu Xuan tenga la intención de salir con alguien pronto".
"¿Qué quieres decir?" Cuestionó la primera parte con una mirada curiosa en sus ojos. Él nunca soltó su control sobre ti, sino que eligió apreciar y saborear su abrazo contigo. Sentiste su cabello largo y esponjoso haciéndote cosquillas en el cuello mientras depositaba suaves besos a lo largo de tu omóplato. Canturreaste contenta y te recostaste más en él, lo que provocó que sonriera con cariño.
"Fu Xuan sabe que a estas alturas tiendes a escabullirte donde sea que esté, amor. De hecho, ella me había enviado un mensaje de texto recientemente preguntándome dónde estabas..."
"Es así..." Respondió el general, intentando ocultar su nerviosismo con una sonrisa casual. Terminaste de enjuagar tu último plato y te volviste hacia él con una mirada traviesa en tus ojos.
"¿Y cuánto tiempo hace de esto, amada mío?"
"Hace unos 15 minutos, alrededor de la hora en que te escapaste, creo".
Viste como sus ojos se abrieron una fracción y su agarre en tu cuerpo se hizo más fuerte. "Después de reevaluar mi decisión, he decidido volver a trabajar. Te veré-"
La puerta se abrió de golpe cuando apareció una pequeña y enojada Fu Xuan, mirando con el ceño fruncido al testarudo general. Sus ojos hervían de ira y molestia, lo que provocó que el hombre de cabello plateado dejara escapar un suspiro y se escondiera detrás de ti mientras lo mirabas divertido. La mera idea de un hombre tan alto e intimidante como él reducido a nada más que un niño ligeramente aterrorizado te divirtió.
"General Jing Yuan".
"Disculpas, pero el general Jing Yuan está actualmente fuera de su horario de oficina. Por favor, deje un mensaje después del pitido. Beep-"
¡¿Y AHORA TIENES EL VALOR DE BROMEAR?! ¡Esta vez me aseguraré de darte un regaño completo!"
