Honkai star rail/genshin one shots y hcs.

Blade.

SINOPSIS: Se había convertido en algo habitual que Blade encontrara refugio en tu casa, donde atendiste meticulosamente sus heridas. sin embargo, hoy se sintió distinto, con una inquietud palpable flotando en el aire, obligándote a revelar tus emociones.

Notas:Ya llegamos a 9k de lecturas,se que no es tanto,pero su apoyo significa mucho para mi,asi que aqui dejare esta pequeña historia de nuestro esposo Blade,para el proximo cap escribire algo de otro personaje.

La noche era serena, sin un solo atisbo de perturbación a la vista. Estabas siguiendo tranquilamente tu rutina antes de acostarte antes de irte a dormir. De repente, unos golpes resonantes en la puerta de tu casa te hicieron estremecer, consciente de que esto ocurría casi a diario.

Con paso apresurado, te dirigiste hacia la puerta, al abrirla y encontrar a Blade, maltratado y magullado. La sangre goteaba de su labio roto, mientras que su ropa tenía leves desgarros por la ardua lucha que había soportado. A pesar de la gravedad de sus heridas, Blade tenía una expresión neutral, aparentemente imperturbable por las heridas que adornaban su rostro.

"Ven aquí", suspiraste, abriendo más suavemente la puerta mientras Blade entraba lentamente y obedientemente se quitaba los zapatos, una lección que aprendió de la única vez que lo regañaste por usarlos en su santuario.

Tomando su mano, lo llevaste hacia el baño, donde se desarrollaba tu rutina nocturna. Al sacar un botiquín de primeros auxilios del gabinete, te encontraste con su mirada, buscando en silencio su consentimiento para desnudarlo. "Sabes que no tienes que preguntar, ¿verdad?" susurró, sus ojos trazando los contornos de tu figura, una mezcla de emociones escondidas en su interior

Lo sé, pero ¿no sería descortés si no lo hiciera?" respondiste, quitándole la camisa con ternura, consciente de sus heridas. Mientras tus ojos contemplaban la magnitud de sus heridas, una punzada de preocupación te envolvió. Parecían mucho más graves que cualquier otro que hubiera atendido anteriormente. La curiosidad persistía en saber por qué buscó su atención en lugar de la de un hospital. Su razonamiento siempre resonaba: "Los hospitales son demasiado molestos". No lo sabías, él simplemente anhelaba más momentos contigo, sus obligaciones y deberes diarios lo privaban de encuentros tan preciosos. No se trataba sólo de las lesiones; se trataba de ti.

Desinfectaste y limpiaste tiernamente sus heridas, envolviéndolas cuidadosamente en vendas antes de centrar tu atención en sus heridas faciales. Con cada toque delicado, una oleada de dolor te invadió y rompió tu espíritu. Tus manos temblaron, traicionando tus emociones mientras trabajaban para limpiar las heridas en sus labios y mejillas. Perdida en tu tarea, permaneciste ajena a las lágrimas que corrían por tu rostro hasta que la mano vendada de Blade las secó suavemente.

"¿Mmm? ¿Por qué lloras, muñeca? preguntó, su toque persistiendo en tu mejilla.

Las lágrimas continuaron fluyendo mientras murmurabas: "Yo... ya no puedo hacer esto". Tu voz se quebró por el peso de tus palabras. "No puedo soportar verte herido asi"

Blade dejó escapar un profundo suspiro y su mano se alejó de tu cara. Su corazón se hizo añicos, incapaz de comprender por qué esto te afectó tan profundamente. Él había buscado consuelo en tu cuidado durante meses, pero esta era la primera vez que te desmoronabas bajo el peso de todo.

¿Por qué? No soy nadie, un alma abandonada. No tengo importancia en este mundo", comenzó, antes de ser interrumpido abruptamente.

"¡Pero tú eres importante para mí! ¡Me importa! ¿Por qué crees que siempre te doy la bienvenida aquí? ¿Por qué crees que atiendo tus heridas cada vez que buscas refugio? Tu voz tembló y finalmente encontró su mirada.

Él sólo pudo mirar fijamente, dejado sin palabras por tu sincera confesión. Tus ojos llorosos tiraron de los hilos de su corazón, infligiendo un dolor mayor que cualquier herida física.

¡Porque te amo, maldita sea!" gritaste, las palabras se escaparon antes de que pudieras captarlas. Al darte cuenta de repente de lo que acababas de confesar, te tapaste la boca, como si intentaras revertir lo irrecuperable.

Blade, abrumado por la inesperada revelación de tu amor, te abrazó con fuerza. Lo que comenzó como un suave abrazo gradualmente se intensificó, su cabeza buscando consuelo en su hombro.

"Nunca pensé que escucharía esas palabras de ti", susurró, su voz cargaba el peso de su afecto. "Me haces sentir vivo", expresó, una declaración silenciosa de su amor.

Mientras tu derrame de lagrimas se convertía en suaves sollozos, todavía envuelto en sus brazos, te alejaste un poco para buscar un paño húmedo y limpiar los restos de sangre de su rostro.

"Por favor, trate de evitar lesionarse con tanta frecuencia. Podrías darme un ataque al corazón algún día", suplicaste en broma, apoyándote contra su pecho, en sintonía con el ritmo constante de los latidos de su corazón. Su cadencia te trajo consuelo y una profunda sensación de alivio.

"Sin promesas, cariño, pero haré lo mejor que pueda", se rió entre dientes, plantando un tierno beso en tu frente.